¿Cuál es la cualidad más importante de un líder? Resultados del debate abierto (Artículo)

Una posible forma de reflexionar sobre el propio liderazgo es volver la mirada hacia los grandes hombres y mujeres que han ejercido esta función de manera soberbia a través de sus biografías. El problema de las biografías, al menos tal y como yo lo veo, es que quien la escribe relata los grandes hechos que llevó a cabo tal o cual persona, pero diciendo más bien poco acerca de las cualidades que poseía esa persona y que le permitieron semejantes logros.

Cuando por primera vez me acerqué a la historia de Shackleton y el Endurance me propuse escribir una biografía atípica: una que relatara la historia y describiera al personaje, pero sobre todo que analizara sus cualidades desde una óptica científica. Así me encontré con el que, hasta el momento, ha sido el desafío más importante de mi carrera como escritor, que acabó felizmente con la publicación de “La Brújula de Shackleton. Enseñanzas de un explorador polar sobre el éxito personal.”

Tras años de analizar al personaje y de avanzar en mi línea de investigación sobre el éxito personal, acabé por concluir, y así lo he recogido en el libro, que Shackleton logró una proeza sin precedentes (regresar de la Antártida con todos sus hombres sanos y salvos tras el hundimiento de su barco dos años después de haber partido) debido a que poseía ocho cualidades personales. Estas cualidades son las siguientes:

• Rumbo. La capacidad de tener claro cuáles son nuestros objetivos y, por tanto, hacia dónde dirigir nuestros esfuerzos.

• Regeneración. La habilidad para recuperarse tras las los impactos de las adversidades.

• Enfoque. No perder de vista nuestros objetivos y concentrarnos en ellos.

• Dureza. Autocontrol, fuerza de voluntad.

• Constancia. La habilidad para generar hábitos que nos permitan lograr grandes objetivos a base de pequeños pasos.

• Energía. La capacidad para gestionar las diferentes fuentes de energía que posee el ser humano: mental, emocional, física y espiritual.

• Mentalidad. La habilidad para ver la realidad de manera positiva.

• Conexión. La interdependencia respecto a nuestra red social.

Parecía interesante recabar información acerca de cómo perciben personas del mundo de la empresa estas cualidades respecto al ejercicio del liderazgo, y por eso abrimos un debate abierto en Know Square, donde preguntamos a los participantes sobre la relevancia de cada una las ocho cualidades antes citadas de cara al ejercicio del liderazgo.

Participaron en el estudio 46 personas, cuyas aportaciones, analizadas a través de estadística descriptiva, pueden verse en la Tabla 1.

Como se puede observar a simple vista, la media más elevada corresponde a la cualidad “Rumbo”, luego hay una serie de medias similares en el resto de características menos en “Conexión”, y por fin esta cualidad es la que tiene una media menor que el resto. A fin de observar si estas diferencias son significativas, se condujeron los correspondientes análisis estadísticos, cuyo resultado final puede observarse en la Tabla 2, que recoge el tamaño del efecto en cuanto a las diferencias observadas.

Como se puede observar, los datos estadísticos corroboran lo que se observa a primera vista, y es que la cualidad más importante resulta ser el “Rumbo”. A continuación, con una diferencia significativa y moderada respecto a esta primera cualidad, y en igualdad de relevancia, estarían las cualidades “Regeneración”, “Enfoque”, “Dureza”, “Constancia”, “Energía” y “Mentalidad”. Por último, y con una diferencia también significativa y moderada respecto a las cualidades anteriores estaría la “Conexión”, que mantiene una diferencia significativa y de gran magnitud respecto a “Rumbo”.

Aunque evidentemente esto no es un estudio basado en un diseño científico riguroso, sino más bien una sencilla encuesta, no deja de ser significativa la importancia que los participantes le han otorgado a la cualidad “Rumbo”, cuya media fue de 8,8 sobre 10. La interpretación que se puede hacer de esto es que, definitivamente, el liderazgo necesita apoyarse en una visión. Que el líder debe saber hacia dónde conduce a su organización, y que esa capacidad de visualización de un futuro factible es una cualidad ineludible en el liderazgo.

Otra conclusión que se puede desprender de este estudio es la poca importancia que, comparativamente, se ha otorgado a la cualidad “Conexión”, sobre todo en estos tiempos, en los que el espíritu colaborativo está tan extendido y parece tan necesario. Una posible explicación es que los participantes consideran que no es tan importante como otras cualidades, y una segunda explicación, quizá más plausible, sea que la redacción de la definición (“interdependencia respecto a nuestra red social”) no haya realmente capturado la esencia de esta cualidad, que no es otra que la cohesión y cooperación grupal.

Una última conclusión relevante es el alto valor que los participantes han otorgado a todas las cualidades, lo que podría querer decir que cuando la ciencia apunta hacia ellas como habilidades notables de cara al éxito es porque realmente resultan importantes, al menos para los participantes en este estudio.

El camino hacia el buen liderazgo es un proyecto de toda una vida. Todo directivo debe plantearse que siempre puede ser más eficiente en el ejercicio de sus funciones. En ese camino, la identificación de las cualidades clave de la función directiva y el consecuente trabajo para desarrollarse en ellas son dos aspectos ineludibles del buen ejercicio del liderazgo.

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