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Hacia la organización inteligente: impacto de las tecnologías de la información sobre la inteligencia de las organizaciones (Informe ejecutivo)

Asistimos a la conformación de un entorno competitivo sin precedentes basado en el conocimiento: la perspectiva y experiencia personal ya no resultan suficientes para la toma de decisiones acertadas en el ámbito de la organización. Las nuevas formas de vida digital y sus fenómenos asociados (explosión de fuentes de información en Internet, crecimiento exponencial de datos multiformato, posibilidad de acceso e intercambio ubicuo y en tiempo real de información de todo tipo, entre otros) exigen mejores formas de explotar la información para extraer de ella el máximo valor posible y conseguir ventajas competitivas sostenibles.

Una nueva generación de tecnologías de la información (TI) dan respuesta a estos nuevos retos, optimizando todas las fases del ciclo tradicional de inteligencia. Una adopción coordinada e integrada de estas tecnologías, trasladarán a las organizaciones hacia un plano superior de conocimiento, capacitándolas para competir con éxito en el entorno crecientemente dinámico y complejo en que nos encontramos.

HECHOS Y VALORACIÓN


Las organizaciones actuales no están suficientemente preparadas para competir en el nuevo marco de sobreabundancia de información.

El 90% de los datos en el mundo han sido creados en los dos últimos años. La información es cada vez más voluminosa, su velocidad de crecimiento extrema y sus formatos cada vez más variados. La complejidad de su gestión aumenta al mismo ritmo que el valor de los resultados de su óptima explotación: más de un tercio de los líderes empresariales tienen dificultades significativas en la extracción de información relevante, en su análisis para detectar oportunidades y cuantificar riesgos y en consecuencia, en predecir los posibles escenarios futuros de actividad que les ayuden en la toma de decisiones diaria.

Esta nueva realidad exige un tipo de organización, capaz de explotar de manera óptima la información y maximizar el valor del nuevo activo estratégico que constituye el conocimiento.

Reforzar las capacidades de gestión del conocimiento optimiza simultáneamente tres dimensiones de negocio claves y comunes a toda organización: alcanzar crecimiento rentable, con la máxima eficacia y ahorro de costes, mientras gestiona de forma proactiva el riesgo. Esto requiere de una organización más atenta a los factores que condicionan su actividad, con mayor vinculación entre la organización como ente y las partes de que se compone (empleados, clientes, partners, proveedores, etc.), más inquisitiva y precisa en la generación de inferencias y conocimiento de valor para su funcionamiento, más reforzada ante las posibles amenazas y más anticipativa a la hora de detectar de forma temprana las mejores oportunidades.

La implementación de una adecuada estrategia de adopción de TI que abarque todas las fases del ciclo de inteligencia, es condición necesaria para la evolución hacia la nueva organización.

Aunque en diferente grado de madurez, ya están disponibles todas las herramientas de TI que la organización necesita para convertirse en organización inteligente:

•    En obtención, herramientas capaces de extraer, transformar y almacenar de forma automatizada, ingentes cantidades de información en cualquier formato y procedente de todo tipo de fuentes: escucha y monitorización específica de redes sociales o de ámbito más global para el seguimiento de todo tipo de información abierta y desestructurada, basada en motores de extracción y filtrado avanzados, plataformas colaborativas de co-creación de información (plataformas de innovación abierta, crowdsourcing, etc.).

•    En análisis, herramientas avanzadas de análisis cuantitativo de datos estructurados (Business Intelligence) a partir de revolucionarios algoritmos y técnicas de procesado paralelo de datos masivos, herramientas de análisis cualitativo de información abierta, externa y desestructurada, motores semánticos de interpretación que permiten realizar análisis de sentimiento de opiniones y detección de patrones, etc.

•    En difusión/comunicación, redes sociales corporativas que permiten la difusión segmentada de conocimiento, soluciones de acceso en tiempo real y ubicuo a recursos de información de la organización, plataformas abiertas de almacenamiento y trabajo en grupo sobre nuevas arquitecturas "en la nube", adecuadamente protegidas ante intrusiones no deseadas por los últimos avances en materia de ciberseguridad.

•    En planificación, mapas de recursos y capacidades actualizados en tiempo real, plataformas con capacidad de monitorización y categorización automática de fuentes en función de su grado de fiabilidad, soluciones de visualización avanzada altamente intuitivos para el cerebro humano, que ayudan a la definición de la naturaleza del problema/requerimiento y a la identificación preliminar del entregable final.

Es clave acompañar la adopción de TI con la incorporación de perfiles capaces de aunar conocimiento tecnológico, talento analítico y visión estratégica a largo plazo, que permitan extraer el mayor rendimiento de todas las herramientas.

El analista de inteligencia es capaz de crear una lógica detrás de los datos conducente a la toma de decisiones empresariales de valor, a partir del manejo de datos estructurados y no estructurados procedentes de diferentes fuentes, en tiempo real, y su entendimiento desde el rigor, analizándolos e interpretándolos con el objetivo último de agregar valor al negocio. Por encima de éste, la definición de otra nueva figura al más alto nivel será asimismo clave para impulsar una cultura de inteligencia en la organización a todos los niveles, empezando por lograr el necesario apoyo de la dirección.

CONCLUSIONES


En los próximos cinco años, asistiremos con elevada probabilidad a la consolidación de un nuevo tipo de organización inteligente. Las organizaciones actuales serán cada vez más conscientes de las nuevas ventajas competitivas derivadas de gestionar un mayor y mejor conocimiento en un entorno inundado de información, e invertirán decididamente en la mejora de su ciclo de inteligencia buscando la diferenciación. Una nueva generación incipiente de tecnologías de información, con impacto sobre todas las fases del ciclo, harán posible esta transformación, que no será completa si no se acompaña de la incorporación de nuevos perfiles capaces de aprovechar todo su potencial y alinear este esfuerzo con los objetivos estratégicos de la organización. Emprender tal evolución comienza a ser una tarea urgente para no quedarse atrás en el nuevo paradigma competitivo del conocimiento.

Adjunto
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