La determinación de un líder (Conferencia)

Reflexiones sobre la Conferencia pronunciada por Steve Ballmer en la APD

El diccionario de la RAE define determinación como la acción y efecto de determinar, fijar los términos de algo, distinguir, discernir, tomar resolución, pero también incluye otra acepción como osadía y valor. Y esto es lo que transmite Steve cuando le escuchas. Pensaba que quizás la impresión y mi percepción venían aumentadas por el hecho de que me encontraba a menos de tres metros de él, justo enfrente del atril desde el que hablaba; sin embargo, hoy, al leer su entrevista en Expansión, y el editorial que esta publicación le dedica, compruebo que, en efecto, mi intuición era acertada. Que hay algo más.

Steve comienza haciendo una referencia relevante sobre las crisis financieras y las tecnológicas. En las primeras hay periodos de subidas y bajadas, mientras que en las segundas, si bien en el apartado de valoraciones de empresas puede haber vaivenes, la tecnología siempre gana, siempre evoluciona a mejor. Pero como la tecnología no es ajena a la situación de los mercados, el Presidente de Microsoft anunció que, por primera vez en su historia, su compañía estimó este trimestre resultados para el año basados en dos posibles escenarios, el optimista y el pesimista.

Otra de las diferencias que resaltó entre empresas tecnológicas y el resto de las industrias tradicionales, incluida la financiera, es que en las primeras la fe, los sueños, el creer en un proyecto, vencían sobre los hechos y los resultados a corto. Y me parece que ésta es una clave esencial que podría dividir el espectro entre las empresas innovadoras y las que no lo son. Aquéllas están más cerca de los artistas que de los financieros, de aquí a Lima.

Steve soñó en voz alta sobre cómo sería el mundo dentro de diez años. Y para ello, nos invitó a pensar en cómo éramos en el año 1998… No todos teníamos móvil, muchos no sabíamos lo que era Internet, la velocidad de los ordenadores y de las líneas de transmisión de datos eran pedestres. Steve "ve" el mundo dentro de una década con innovaciones impresionantes, y su mirada te dice que las está viendo mientras habla. No son sueños. En realidad sí que lo son, pero él sabe que los va a conseguir y no los ve como imposibles, sino como realidades. Eso es determinación. Ser capaz de verlo diez años antes de que ocurra: el cambio es la única de las opciones posibles, y la sensación que transmite es que si vas con él, vas a llegar. ¿Fue acertada o no la referencia a Churchill de Francisco González?

Ballmer piensa que en diez años la mayor parte de nuestra vida será electrónica. Sacó un montón de papeles y notas de su bolsillo, compartiendo con todos los asistentes su afición por el papel tradicional. Sin embargo, dijo, dentro de unos años, las pantallas digitales serán como el papel, flexibles, que se pueden doblar, desechables, disponibles en cualquier momento para tomar notas. Mencionó también que en una década seremos capaces de efectuar tareas hablando al ordenador, en cualquier idioma, que organizaremos video conferencias a través del móvil, toda la información será digital, serán sistemas de muy bajo consumo, en clara referencia al ahorro energético, sistemas capaces de trabajar en países subdesarrollados como algunos africanos, donde el polvo, la falta de electricidad y la disponibilidad de Internet limita el acceso al desarrollo de estos países. Sobre las redes sociales, Steve opina que seguirán creciendo, y que estarán alineadas de acuerdo con tres tipos de modelos de negocio: el basado en la publicidad directa, la suscripción y el modelo de ventas.

Y es que Microsoft, como dicen los anglosajones, "walk the talk" e invierte más de 7,000 millones de dólares al año en investigación y desarrollo… Percibe la tecnología como un catalizador del desarrollo de la humanidad, todo suena en su forma de ser y hablar como una oportunidad para invertir, para crecer. Es de las personas que parece que ya ha llegado antes de salir. Postula un modo de gestión de empresas amplio, sin límites, donde se intenten nuevos desarrollos tecnológicos, en entornos colaborativos. Critica la visión estrecha de los resultados a corto plazo, defiende la amplitud de miras, y acepta fracasos de sus divisiones como el padre que quiere a todos sus hijos pero que sigue con ellos a pesar de que a veces le proporcionen disgustos, grandes o pequeños. Y es de los que piensa que hay que dormir tranquilo siete u ocho horas para poder estar en forma las 16 horas restantes: que el día que se despierte de madrugada preocupado por algo, ese día dejará de ser ejecutivo.

En definitiva, todo un lujo haber podido escucharle, observarle, y sobre todo, aprender de esa determinación contagiosa, que incluso un viernes por la tarde, te anima a empezar otra vez y trasladar a tu mundo esos sueños, esas realidades

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