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Inmigración en España: realidad y mito - Conversación Intergeneracional Foro de Foros - Artículo

Hace no muchos años la inmigración interna en España era algo necesario, llegando incluso a ser vital. Las personas se movían geográficamente dentro del territorio peninsular para buscarse otro modo de vida, uno que les diera esperanzas de un futuro mejor. Así se formaron muchas de las comunidades autónomas que hoy conocemos y permitieron, entre otras muchas cosas, que árboles genealógicos de muchas familias españolas tuviesen orígenes diversos. La Conversación Intergeneracional de Foro de Foros en Barcelona, el pasado mes de abril, contó con la presencia de [b]Anna Terrón[/b], con una relevante carrera en las instituciones Europeas y con un importante conocimiento de los aspectos migratorios, y [b]Joaquín Arango[/b], catedrático de Sociología y presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) entre 1991 y 1996.

La inmigración ha estado siempre presente en nuestras sociedades; sin embargo, recientemente, ha vuelto con una intensidad e importancia que está siendo transcendental para el futuro de los Estados y la Unión Europea en sí misma. Dentro de un entorno cotidiano, la inmigración suele tener una connotación negativa al asociarse con otros temas que afectan a la actualidad pero que tienen poco que ver. La inmigración es vista como no querida, acogiendo los inmigrantes una etiqueta de “needed but not wanted”, y todo esto debido a la imposibilidad por parte del Estado de controlar este tipo de movimientos. El Acuerdo de Schengen desarrolló una serie de medidas relacionadas con la seguridad que el hipotético fin de la libre circulación  pone en riesgo. Los participantes del debate no consideraron que hubiese una forma de cerrar las fronteras para las personas sin el cierre asimismo de las fronteras para  los bienes y servicios, lo cual generaría un impacto económico en Europa. Se puso de manifiesto la perplejidad ante la negativa de más de una decena de Estados de la Unión Europea contrarios a aceptar una determinada cuota de refugiados.

Existen, tal y como mencionó el expresidente francés Nicolás Sarkozy en su día, dos tipos de inmigraciones: la escogida (aquella que se encuentra compuesta por los trabajadores cualificados) y la sufrida (aquella que va en busca de una mera esperanza de mejora). Durante la Conversación se discutió acerca de la coincidencia de los movimientos migratorios provenientes de países árabes con la caída de la demanda global que han sufrido las economías occidentales, ayudando a reducir los precios y en consecuencia los salarios, para finalmente desembocar todo ello en un bajo crecimiento. En esta fase del debate, se concluyó que si actualmente los estados tuvieran más superávit, seguramente serían más generosos para tratar estos temas. Tampoco se consideró casualidad, durante la Conversación,  que quien haya sido más generoso haya sido Alemania, la economía europea con más recursos disponibles para poder acoger a la ingente cantidad de personas en busca un futuro más próspero.

Se incidió en la idea de no querer ver la naturaleza de los problemas que están sucediendo en Europa y se animó a aprender a hacer todas las tareas básicas a cargo del Estado de forma más rápida, eficiente y barata al considerar que, solo con esta dinámica, seríamos capaces de ayudar a las personas que huyen de situaciones límite en sus países. Llegados a este punto de la Conversación, se habló de Europa. Considerando a Europa un bebé sietemesino, con problemas desde su nacimiento, los cuales deben ser tratados trabajando por y para el Viejo Continente bajo la pregunta ¿qué podemos hacer nosotros para Europa? La pregunta puede perfectamente aplicarse a todos los niveles de la sociedad. Hay soluciones para todos los problemas europeos y para resolverlos se tiene que ir a por las patas que faltan en Europa. Hacer un ejercicio bottom up.

Finalmente, una de las soluciones que se pusieron en contexto fue la necesidad de la existencia de una unión política europea, sin la cual, se consideró que las crisis se irán sucediendo. La demografía no está en muchas agendas políticas al tener éstas visiones cortoplacistas. Sin embargo, esta tendencia, después de todos los acontecimientos transcurridos recientemente, se está revirtiendo y debemos intentar que la inmigración no genere confusión entre los términos que engloba; los ciudadanos debemos ser responsables de  todos nuestros actos y pensar en las virtudes de la multiculturalidad en la variedad de ámbitos de nuestras vidas. Para concluir con una reflexión exponiendo que en Estados Unidos, el 80% de las nuevas empresas han sido creadas por inmigrantes. ¿Por qué en Europa no?

Adjunto
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