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“Análisis Técnico y Ético de la Crisis Hipotecaria” (Jornada del Instituto de Empresa y Humanismo)

En el ámbito económico se plantean varias cuestiones relacionadas con la manera de entender la economía misma y el modo de llevarla a la práctica. En ocasiones presenciamos desajustes considerables entre el mundo real económico y el mundo financiero. Esto nos hace cuestionar las bases en las que se apoya el sistema, puesto que de ellos deriva la concreta articulación del complejo entramado económico y financiero que impregna cualquier tipo de actividad. Cuestión de entre todas destacable en este...

En el ámbito económico se plantean varias cuestiones relacionadas con la manera de entender la economía misma y el modo de llevarla a la práctica. En ocasiones presenciamos desajustes considerables entre el mundo real económico y el mundo financiero. Esto nos hace cuestionar las bases en las que se apoya el sistema, puesto que de ellos deriva la concreta articulación del complejo entramado económico y financiero que impregna cualquier tipo de actividad. Cuestión de entre todas destacable en este momento, por su actualidad, es la llamada crisis hipotecaria. Dado que la "explosión" de tal crisis afecta en gran medida al consumo y al nivel de vida de muchas familias, es preciso analizar los motivos que han llevado a esta situación, no sólo de tipo técnico, sino también ético. Además, el estudio de las bases en que se apoya el sistema económico nos puede faclilitar el entender cuales de los errores cometidos en el diseño de las hipotecas actuales podrían ser subsanados para construir un sistema mejor cimentado y evitar futuras crisis.

Nos encontramos en un momento de la historia en que el conjunto de la sociedad ha aceptado regir su vida más por el pragmatismo, la "eficacia", la inmediatez y el utilitarismo que por un planteamiento más profundo de la misma. El pragmatismo, que se materializa en muy diferentes ámbitos y formas, no es algo indeseable. De hecho, es necesario, pero al absolutizarlo amenaza la realidad vital de cada uno de nosotros. Esto se materializa hoy, por ejemplo, en que el economicismo sustituye a la economía.

Existen varias parejas de conceptos que muestran de forma aguda algunas de las opciones que el ser humano tiene ante la vida. En la dimensión temporal, se puede hablar de una vida que transcurre a ritmo frenético y sin pausa frente a otra para la que el tempo – en términos musicales – es un Adagio, es decir, en la que la persona puede asimilar y degustar los acontecimientos que le van sucediendo. Se da también una contraposición entre lo constante y lo pasajero: una persona puede vivir sumergida en modas caducas, o estar en lo permanente. Lo integral, que propone una vida incluyente, se opone a lo parcial, a lo que deja fuera aspectos esenciales sin tomar en cuenta una vida plena. Por último, lo profundo es opuesto a lo superficial. También en todos estos aspectos vemos cómo el economicismo actual fuerza la naturaleza de las cosas.

Es preciso aclarar que, dentro de los distintos pares, no hay una opción que sea la correcta en sí. Lo rápido, lo pasajero, lo parcial o lo superficial tienen su lugar en la vida, y sin ello no podríamos vivir. Sin embargo, son variables que en los últimos tiempos se vienen manejando de un modo desmedido. El gran problema es que han experimentado una sobrevaloración y un sobre-crecimiento producidos a costa del empequeñecimiento de sus opuestas. Y dado que la tendencia natural del ser humano es a un sistema armónico, el objetivo en este momento debe ser la búsqueda de un equilibrio que armonice la vida en sus distintas facetas.

La búsqueda de esa armonía de vida no es algo sencillo. Hay que acertar con el método más adecuado para respetar las peculiaridades que presentan sectores de la sociedad tan distintos como la educación, la empresa, la familia o la política. En cada uno de estos ámbitos es preciso contrapesar las distintas dimensiones de la vida para que lo inmediato, lo rápido y lo eficaz tengan su lugar, pero siempre con una visión profunda de la vida como trasfondo común.

En el ámbito económico se plantean hoy diversas cuestiones relacionadas con la manera de entender la misma economía y el modo de llevarla a la práctica que son manifestación de esta señalada falta de armonía. Presenciamos desajustes muy considerables entre la economía real y el mundo financiero. Esto invita a cuestionar las bases sobre las que se apoya el sistema económico, puesto que de ellas deriva la concreta articulación actual del complejo entramado económico y financiero.

Cuestión también destacable en este momento, por su actualidad, es la llamada crisis hipotecaria. Dado que la explosión de tal crisis puede afectar al consumo y al nivel de vida de muchas familias, es preciso analizar las causas que han llevado a esa situación, causas no sólo de tipo técnico, sino también ético. Además, el estudio de la base en que se apoya el sistema económico nos puede permitir entender mejor cuáles de los errores cometidos en el diseño de las hipotecas actuales podrían ser subsanados para construir un sistema mejor cimentando y evitar futuras crisis.

En un primer bloque, la Jornada debatió sobre los documentos que se adjuntan, tratando de identificar los motivos técnicos de la crisis hipotecaria. En la segunda parte, y a la vista de la bibliografía que se adjunta más abajo, se debatió sobre el análisis de la base filosófica del sistema económico.

Adjunto
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