Entrevistas resumidas a Stiglitz y Donges (Nota Técnica)

STIGLITZ, NOBEL 2001, EN XL SEMANAL

• El Producto Interior Bruto (PIB) no es un buen indicador: comparar el PIB sólo beneficia a los gobiernos que aumentan la producción material, aunque luego sus ciudadanos no tengan la impresión de vivir mejor e incluso sufran una caída de sus ingresos o la degradación de su entorno.

• España está en mejor posición que otros países para afrontar la crisis. El déficit de Estados Unidos es enorme. Las cuentas públicas españolas están saneadas, lo que supone un margen de maniobra.

• Respecto a la burbuja inmobiliaria, en España se construían más casas que en Francia y el Reino Unido. En Estados Unidos, la burbuja animó a los norteamericanos a vivir por encima de sus posibilidades. Ahora que ha estallado, muchos ven que sus casas valen menos que sus hipotecas.

• La ralentización de la economía nos lleva hacia una recesión muy seria. Una de las locomotoras de la economía mundial es el consumo de los norteamericanos, pero Estados Unidos tiene cero ahorros, y la inflación hace que esta crisis sea particularmente grave. Y en parte es debida a la guerra.

• Antes se pensaba que la guerra estimulaba la economía, y que por ejemplo la Segunda Guerra Mundial levantó la economía tras la Depresión. Pero esta guerra no está siendo buena: cuando empezó el petróleo estaba a $25 el barril, y ahora ya ha superado los $135. El poder adquisitivo de las familias europeas, americanas y japonesas se está transfiriendo a Arabia Saudí y otros países exportadores de crudo.

• Estamos ante una de las peores crisis desde los años 30. El recorte del tipo de interés de la Reserva Federal sólo contendrá un poco la hemorragia. Dos millones de norteamericanos perderán sus casas por la imposibilidad de pagar sus hipotecas.

• Los bancos norteamericanos crearon una especie de alquimia financiera, pensaban que con sofisticadas herramientas podrían convertir malos créditos en buenas inversiones. Pero el envoltorio valía más que el contenido: era demasiado bueno como para ser verdad.

• El sistema animaba a los bancos a arriesgarse: estos no entendieron la naturaleza del riesgo, y subestimaron las probabilidades de eventos, en teoría poco probables, de esos que se supone que pasan cada 100 años, pero que en la práctica ocurren cada década. Y además los bancos centrales tardaron mucho tiempo en actuar.

• La solución no es fácil: consumir menos petróleo, ahorrar más, acabar con los subsidios a los biocarburantes que distorsionan los precios de los alimentos, y ayudar a los países pobres, eliminando las barreras comerciales sobre los bienes que producen.

DONGES, CATEDRÁTICO DE LA UNIVERSIDAD DE COLONIA, EN ABC

• El economista alemán apunta la necesidad de una profunda reestructuración del modelo económico español, a fin de restablecer la competitividad empresarial.

• Sobre la manera en la que los bancos centrales están trabajando, apunta que el hecho es que se está tratando de resolver una crisis que se ha producido por exceso de liquidez, inyectando cantidades desproporcionadas de liquidez al mercado. Cree que estamos creando bolsas especulativas y procesos inflacionarios.

• Sobre el distinto modo de actuar de la FED y el BCE, cree que éste está haciendo algo mejor, y es no rebajar los tipos de interés, y cree que lo está haciendo bien porque el principal problema es la inflación, que daña a la población con sueldos bajos, a los pensionistas, y a los que están hipotecados.

• La economía española ha perdido fuelle en cuanto su dinámica, y tacha de falta de responsabilidad que el Gobierno reste gravedad a la situación económica española: la economía ya no crece a tasas elevadas, el paro vuelve a subir, la inflación está descontrolada, hay déficit exterior...

• Al sector de la construcción le están pasando factura por lo que ha hecho durante los últimos años. En España este sector es excesivamente grande, y el reajuste es inevitable, reducirse, muchas empresas desaparecerán porque han crecido sobre una base especulativa.

• Propone flexibilizar el mercado de trabajo, porque en este mundo globalizado el trabajador español está compitiendo con un chino o un hindú. Es fundamental que se regule menos el mercado laboral y se supriman las normativas que protegen a las empresas españolas de la competencia, porque así se le resta flexibilidad a la economía. Tiene que tirar del tren el sector privado, y no el estado.

• Hay que trabajar para una mayor competitividad: para ello se tiene que mejorar la productividad, lo cual se consigue con una buena gestión, con tareas directivas eficaces y con mano de obra altamente cualificada.

• Además hay que incrementar la inversión en I+D: hay muchos márgenes en los que se puede aprovechar la capacidad de innovar, y de esta forma ganar competitividad. Pero esto conlleva un gasto y un riesgo: el 50% de proyectos de I+D fracasan. La misión del gobierno es dar los incentivos adecuados, elaborar programas de estímulos fiscales.

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