¿Comprar casa o construirla? (Informe)
"Cada paso es una victoria" (Lao-Tse). Cuando leemos los periódicos, o escuchamos las noticias a diario, ciertamente no terminamos de sorprendernos por la cantidad de información, datos, estadísticas, informes de entidades financieras, expertos – y no tan expertos, pero que figuran como tales – que no dejan de enviar mensajes de crisis, catástrofes, problemas de liquidez, solvencia, confianza, y valores....
A cualquiera al que ahora le ofrezcan una vivienda o un suelo, va a pensar, conducido por el efecto túnel que perfectamente describe Nassim Nicholas Taleb en su libro "El Cisne Negro", que las cosas sólo pueden ir a peor, porque tendemos a generalizar los últimos datos conocidos. Y la prueba de que esto es así, es que esta es la misma fórmula con la que alimentábamos el crecimiento de precios hace tan sólo unos meses, porque esa visión cortoplacista que tenemos de las series nos hace ser extremadamente eufóricos ante las buenas noticias, y radicalmente pesimistas ante las malas.
Y siempre pesca alguien. Otro ejemplo reciente lo hemos visto en la huelga de transporte, donde noticias mal contadas en los medios de comunicación alertaban de que si la huelga seguía adelante, los víveres y la gasolina se acabarían en "cuatro días". Textual. Y allí estaban, que daba pena verlos, medio vacios los estantes de Mercadona, los coches haciendo largas colas en las gasolineras, etc. Ante la ausencia de una visión general, tomar decisiones soportadas exclusivamente por el último dato conocido – que es para el español medio el que parece que hace la serie completa – constituye un error de educación general básica que va en nuestro ADN.
Como decíamos, el mercado inmobiliario está sufriendo este estrés. Dicen que se ofrecen descuentos del 40% en segunda residencia en la costa, y ese dato, es precisamente el que crea más pánico y reduce la demanda, alimentando una espiral tan absurda como difícil de gestionar. ¿Y qué hacer si quiero comprar una segunda residencia? Tenemos dos opciones: la primera aprovechar los descuentos existentes de pisos existentes de los "millones" que ahora dicen que están disponibles, por cierto, otro bulo alimentando por supuestos "expertos" del sector inmobiliario, que con un chiringuito de quince empleados creen que están por encima del bien y del mal...
Pero tenemos un plan "B", que es construir nuestra propia casa. Como decíamos en la Introducción, adjuntamos un caso práctico desarrollado por consultores de Know Square, sobre una empresa asturiana que desarrolla viviendas a la carta, bajo un modelo de negocio innovador y ajustado en precio, única forma donde el comprador no tiene la sensación de sentirse atribulado por si está pagando de más, porque en este modelo el comprador se convierte en promotor.
Otra de las ventajas de esta fórmula, siempre que se encuentre una constructora de prestigio y profesional, es que el proyecto en sí mismo se convierte en un producto, ya que es el propio cliente el que elige la localización, la vista, el entorno, el diseño, los metros construidos, los materiales, los acabados, etc. Ciertamente creemos que si las inversiones financieras personales las empezásemos a medir como "proyectos de vida", en lugar de proyectos puramente económicos a corto plazo, soportados por un sórdido deseo de riqueza sin que éste aporte nada más que réditos económicos, en primer lugar acertaríamos, no dependeríamos ni de las hipotecas subprime de las crisis de confianza, y en segundo lugar, seguramente colaboraríamos a construir un entorno urbano y rural sostenible a largo plazo.
Adjunto