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El paradigma nuclear ha cambiado (Análisis Know Square)

Hemos asistido recientemente a un par de conferencias organizadas, o influidas en su puesta en escena, por ministerios españoles e instituciones europeas, y ciertamente ya nadie oculta que ha comenzado el camino para darle la vuelta al paradigma de la energía nuclear en España. Una desafortunada utilización política de este recurso por parte de algunos, junto con el temor a no decir ni hacer lo correcto, por el miedo al qué dirán, de otros, ha generado una dependencia angustiosa de España, al ol...

Hemos asistido recientemente a un par de conferencias organizadas, o influidas en su puesta en escena, por ministerios españoles e instituciones europeas, y ciertamente ya nadie oculta que ha comenzado el camino para darle la vuelta al paradigma de la energía nuclear en España. Una desafortunada utilización política de este recurso por parte de algunos, junto con el temor a no decir ni hacer lo correcto, por el miedo al qué dirán, de otros, ha generado una dependencia angustiosa de España, al olvidarnos de esta fuente energética, que aquí además hemos demonizado. Mientras nosotros utilizábamos molinillos de aire, velas o estufas de carbón, le pedíamos prestada la energía que nos faltaba al vecino de arriba. Y éste, se dedicaba a llenar la casa de uranio y sistemas sofisticados de potencia, eso sí, mientras nosotros dormíamos en el piso de abajo, con la conciencia muy tranquila, porque nuclear era no, gracias... Como muestra resumimos a continuación la reciente conferencia de Nicholas Stern, con la participación de la Ministra de Medio Ambiente. También hemos escuchado a Joaquín Almunia hace unos días en el Foro ABC, manteniendo idéntico discurso.

FUNDAMENTOS ECONÓMICOS DEL DEBATE SOBRE EL CAMBIO CLIMÁTICO

Éste fue el título de la conferencia que Nicholas Stern pronunció en la Fundación Rafael del Pino el pasado 15 de diciembre. El profesor Stern dirigió el informe del cambio climático para el gobierno británico en el año 2005. Su mensaje es claro. Cuando se habla de cambio climático, en realidad se está hablando de la pobreza en el mundo y de la gestión del cambio climático, dos problemas para el siglo XXI, que van de la mano. Defiende que el desafío es político, del mundo entero. El coste de hacer es menor que el coste de no hacer. Las grandes líneas de su discurso fueron:

El planteamiento

Teniendo en cuenta que conocemos el problema y sus causas, la tecnología necesaria para gestionar la disminución de emisiones de CO2 y las consecuencias de ignorarlo (el posible incremento de la temperatura media del planeta hasta en 5º C en unos pocos años, dando lugar a problemas principalmente relacionados con el agua, deshielo, desertización, tormentas y sequías), el efecto en las personas y en el desarrollo será difícil. No son pequeños riesgos. Si nos mantenemos como ahora, en el año 2100 en media la temperatura incrementará en 5ºC. (Como orden de magnitud, hace 10.000 años, en Londres, cuando llegó la era glaciar, sólo eran 5ºC menos que la temperatura actual).

¿Qué nos costaría? ¿Cómo reducir el CO2?

Sería necesario un 1% ó 2% del PIB para reducir en el 2050 el 50% de las emisiones de dióxido de carbono. Argumenta que la teoría del mercado falla porque no tiene en cuenta el daño que se puede hacer al medio ambiente. La relación coste / beneficio, es ciega respecto a cuestiones medioambientales. Con fuentes alternativas (nuclear, biodiesel, solar, marítima), parando la deforestación, eficiencia energética (edificios aislados, vehículos más eficientes).

Acuerdo de Copenhague 2009, se decide el futuro político

Se pretende llegar al acuerdo de disminución de las emisiones de dióxido de carbono hasta el 50% en el 2050, cambiando el modelo industrial del planeta. Estos acuerdos incluyen incentivos económicos, reglamentación de emisiones, I+D, fomento de nuevas tecnologías más limpias, energías alternativas, compromisos de emisión per cápita entre distintos países (destacando EEUU y China) teniendo en cuenta que los países desarrollados son los que más han contaminado, responsables del 70% de las emisiones. Europa debería de reducir un 80%, que no se puede comprometer el crecimiento de los países en desarrollo. En efecto, los países emergentes como China e India están enojados porque no les dejan desarrollarse. Pero ellos también tienen que involucrarse, porque el cambio climático llega para todos. Pensar que los grandes ríos mundiales que atraviesan las riberas de India y China alimentan 1.000 Millones de personas y las cuencas hidráulicas podrían variar.

Antes de junio de 2009 se debería tener un borrador del tratado, o habrá burócratas sin rumbo. Será eficiente, claro, habrá que incluir países y sectores, mantener los costes… La llegada de Obama ha hecho feliz a Stern... No hay misterio, sabemos lo que hay que hacer.

Ministra de Medio Ambiente

Stern fue presentado por la Ministra de Medio Ambiente, que comentó que ahora, con la crisis, y en estos momentos de incertidumbre, el asunto del cambio climático se podía haber eliminado de la agenda, pero no se ha hecho. "Es un tema importante", nos decía. Los países europeos reafirman su liderazgo (1) en relación con los compromisos de reducción de gases de efecto invernadero, y (2) para cambiar el modelo productivo actual a base de carbono, y poder crecer de manera sostenible… Si adoptamos una actitud pasiva, los costes son irreversibles y aumentarán cuanto más tiempo se tarde en tomar conciencia. Todos tienen que aportar desde el sector público, decisiones de inversión y financiar lo que el sector privado no pueda. Los costes son menores que el beneficio, "lo que pasa es que los costes son ahora y los beneficios son a largo plazo"…

Joaquín Almunia, Manuel Pizarro y Juan Rosell

Decimos que el paradigma está cambiando, y es evidente, porque exactamente la misma argumentación fue la utilizada por el Comisario Almunia para relacionar crisis, con cambio climático y con energía nuclear. Los movimientos industriales a nivel nacional e internacional ya se están produciendo.

Sin embargo, no es oro todo lo que reluce, y se vislumbran problemas en el horizonte. Hace poco escuchábamos en un foro privado a Manuel Pizarro, quién analizaba los riesgos de estos cambios bruscos de timón: una nuclear necesita 15 años para ponerse en marcha. Como Presidente de una compañía eléctrica, sin la existencia de un pacto político mayoritario y a largo plazo, nunca embarcaría a sus inversores en un proyecto de tal magnitud, sin estar completamente seguro de que no pudieran pasarle situaciones como la de Lemóniz.

No dejaría de ser curioso, que ahora fueran otros los que dijeran "¿Nuclear? No, gracias"… Todo se andará. No nos cabe duda. Ya lo anticipábamos con el resumen del libro de Juan Rosell "Y después del petróleo ¿Qué?", hace casi un año, resumido por Know Square, y sobre el que ya decíamos:

"El libro es, en suma, un ejercicio riguroso y técnicamente impecable de apoyo y defensa de la energía nuclear, como respuesta directa y sin atajos al título del libro. En la parte no tan positiva, el autor aprovecha el "cambio climático", (sin buscar aquí el soporte científico que el mismo autor solicita para la crítica social a la energía nuclear), sencillamente porque en este terreno el caldo de cultivo generado es favorable a las tesis de la energía nuclear como alternativa al petróleo"

Adjunto
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