Ángel J. Santos (Socio Fundador de Ask)

(1) España, año 2019: enumera qué tres problemas (económicos, sociales ó políticos) como país y por orden de importancia, deberíamos tener resueltos antes de ese año.

Plan estratégico para la nación España

• El mayor problema al que nos enfrentamos es la falta de un plan a largo plazo que recoja la visión de un futuro común para el conjunto de la nación. No existe una idea compartida de qué es España y adónde va.
• Durante la transición se ha montado un estado autonómico para moderar la fuerza centrífuga de los nacionalismos radicales sobre todo del País Vasco y Cataluña y no se ha compensado con un plan para el conjunto. Los políticos se han cansado de decir que no quieren crear un nacionalismo centralista (¿por qué no?) y no sólo no se ha llenado el concepto de España, sino que se ha vaciado.
• Es necesario volver a crear el concepto de nación española y definir no sólo una visión conjunta (qué otros países descentralizados como EEUU, Alemania o Italia poseen) sino dotarla de una carga emocional. Los catalanes y los vascos cantan su himno hasta en las reuniones de vecinos, mientras que a nivel español eliminamos y escondemos cualquier símbolo o elemento que nos una.
• El concepto de nación moderna no está muerto, como esta crisis nos va a demostrar, pero no se sostiene sólo con la selección de futbol y Rafa Nadal. El desafío no sólo incumbe a los políticos sino a todos y cada uno de los ciudadanos individuales y corporativos.

Educación de calidad a todos los niveles

• Tradicionalmente España ha tenido instituciones educativas de primer nivel. Los jesuitas y otras órdenes religiosas así como numerosas entidades laicas han centrado sus esfuerzos en desarrollar instituciones y entornos en los que se prima el esfuerzo, con niveles de exigencia elevados, con visión renacentista de la educación (360 grados, un ser humano tiene múltiples dimensiones!) y que entendían que dotar a sus estudiantes de conocimiento y habilidades era darles herramientas para ser mejores ciudadanos, profesionales y personas.
• Las sucesivas leyes y cambios de leyes que ha habido en España ha roto no sólo la continuidad necesaria para que los programas calen, sedimenten, sean mejorados y den sus frutos, sino la misma idea de qué es la educación. Actualmente la educación pública es poco más que una escuela de consumidores facilones, poco críticos, complacientes con el poder y consigo mismos, conscientes de una parte de sus derechos (los derechos pasivos, por ejemplo el derecho a recibir ayudas del Estado)) e ignorantes de otros (los derechos activos, por ejemplo la libertad de opinar libremente) así como de cualquier deber o responsabilidad individual. Es poco más que un aparcamiento entre la infancia y la edad laboral, hasta que ya no queda más remedio que integrarse en la masa laboral.

La Educación es un plan a largo plazo, por eso será difícil que en 2019 podamos tenerlo resuelto, pero si no empezamos ahora no lo tendremos resuelto tampoco en 2029. Yo quiero una educación:

• Que fomente al individuo
• Que eduque ciudadanos, además de ingenieros, científicos, abogados…
• Qué sea universal, pública y privada
• Qué no acabe con un título, sino que el título sea etapa, suma y sigue
• Que permita la libertad de credo e ideología en los centros, la libertad de cátedra, sin imponerla a sus estudiantes
• Que permita la libre elección de centro
• Que permita la elección de curriculum en la Universidad
• Que fomente la competitividad, la mejora continua, el esfuerzo y el afán de superación
• Que conceda a cualquier estudiante las mismas oportunidades en función de sus características y esfuerzo
• Que no cambie cada cuatro años
• Que no se pierda en delirios nacionalistas o pérdidas de tiempo y esfuerzo recreando la historia o creando identidades aldeanas
• Que reconozca, premie y compense al profesorado, no sólo económicamente sino socialmente
• Que haga de España meta y destino para estudiantes y estudiosos de todo el mundo
• Que coloque a las universidades e instituciones españolas en las primeras posiciones de las clasificaciones mundiales

¿Sueño? Esto es posible. Tenemos los mimbres, falta la voluntad de hacerlo, el acuerdo y consenso. La Escuelas de Negocio españolas centradas en educación postgrado como IESE, IE, ESADE, ICADE etc…demuestran que es posible y han conseguido en su segmento todo lo que yo propongo.

Desarrollo de la sociedad civil

• España es un país sin sociedad civil. Existen asociaciones, partidos políticos, comunidades de vecinos y clubes deportivos, pero falta una sociedad civil formado por ciudadanos que toma y sostiene las riendas del país. En España la Administración (Estatal, autonómica y municipal) está en todas partes a todos los niveles restando protagonismo al ciudadano.
• La ideología dominante (tanto en la izquierda como en gran parte de la derecha) promueve la tutela del ciudadano en vez del acompañamiento del mismo. El Estado controla la educación, la sanidad, la información (a través de enormes grupos de comunicación de titularidad pública a todos los niveles y los contratos de publicidad con los grupos privados), los usos y destinos del dinero, los sindicatos ( a través de las subvenciones), la cultura (especialmente el cine), la vida laboral y la post-laboral (a través de las pensiones), el ocio (las administraciones son el primer contratador de espectáculos, festejos y eventos) y hasta la caridad (a través de las subvenciones a ONGs y las aportaciones directas).
• Y el ciudadano se deja, estamos en lo de pan y circo y tan a gusto. Y cuando algo no nos gusta, reclamamos al Estado (tenemos derecho!) y siempre hay algún político administrador de dineros y voluntades que atenderá nuestra reclamación y la incorporará al catálogo de prestaciones públicas, no importa, se suben los impuestos o se baja el presupuesto de Defensa o Educación.
• Los ciudadanos deberíamos exigir y conseguir la devolución a manos civiles de una gran parte de ese poder y responsabilidades que hemos cedido a la Administración. Deberíamos ejercer nuestra mayoría de edad como sociedad ejerciendo nuestra responsabilidad social individual: yo elijo dónde y qué estudiar, cómo organizar mi ocio y mi agenda, a que caridad dedico mi tiempo y dinero, eligiendo de múltiples opciones libres e independientes de los gobiernos, no manipuladas ni tuteladas o pastoreadas.

(2) España, año 2019: enumera qué tres características (principios, herramientas de gestión, objetivos) deberían tener las empresas españolas ese año para ser reconocidas como empresas modelo, creadoras de valor económico y social.

Innovación y Tecnología

• El papel destinado a Occidente en el escenario del siglo XXI es el de generador de conocimiento. El grado de desarrollo e integración alcanzado por nuestras sociedades hace muy difícil competir con las viejas fórmulas industriales. La nueva economía de Occidente se basará en el conocimiento (de ahí la importancia de la educación). Pero el conocimiento fluye y se comporta como un fluido, no se pueden poner cercas al campo. Por lo tanto la mejora continua, la evolución del conocimiento, en síntesis, la innovación se convierte en la principal herramienta competitiva de las empresas y así debería ser en España.

Competitividad

• No descubro nada nuevo al afirmar que las empresas españolas deben mejorar dramáticamente su productividad para hacerlas competitivas. Las empresas españolas deben hacer un enorme esfuerzo en la mejora de procesos y la renovación de sus procedimientos y modelos operativos. Y no me estoy refiriendo al IBEX 35 sino al 80% de PYMES que suponen el grueso de la economía española. Para ello es fundamental disponer de trabajadores con las adecuadas cualificaciones y en continua formación, una vez más la educación.

Foco universal

• Las empresas españolas tienen que seguir saliendo del cascarón, de la mentalidad aldeana y contemplar el universo como su mercado. Y otra vez pienso en PYMES ya que las empresas grandes ya lo hacen. Pero nuestros mercados no se acaban en el término municipal o en la linde de nuestro territorio histórico. El mercado es el mundo.
• Y la misión de la empresa debe ser maximizar su posición y retornos en su mercado objetivo. La misión de la empresa no debe ser alcanzar el tamaño que asegure un salario de confort a su empresario promotor. Si eso es así, entonces estamos limitando no sólo el crecimiento personal, sino también el de los trabajadores y la economía del entorno. Una empresa que se auto limita, que no utiliza al máximo potencial sus capacidades no está cumpliendo su función social, no está utilizando sus 30 talentos.

(3) España, hoy: enumera qué tres recomendaciones concretas nos darías hoy, para que cada uno, desde nuestra responsabilidad, trabajásemos de forma coordinada para conseguir los objetivos anteriores.

Ampliar nuestra visión: 360° hasta el horizonte

• Cómo ciudadanos de una de las naciones más antiguas, ricas y cultas del mundo tenemos la oportunidad, el privilegio y la obligación de seguir construyéndola hacia el futuro. Nuestra historia está llena de individuos (la historia la hacen personas!) que se elevaron a una atalaya y vieron algo que los demás no veían, miraron más lejos, en más direcciones, tuvieron una visión nueva, más amplia del horizonte. Y se pusieron en marcha. Hay muchas atalayas. Elijamos la nuestra y vislumbremos nuestro horizonte.

Mejora continua

• En la naturaleza la especie que no se adapta al entorno está destinada a ver reducido su hábitat y finalmente desaparecer. Por el contrario las especies que mejor se adaptan a diversos ambientes se desarrollan, crecen, ocupan nuevos nichos y territorios y dan lugar a otras especies. Lo mismo ocurre con los individuos. Adoptemos una actitud darwiniana: si no nos adaptamos al cambio, a nuevos entornos no prosperaremos. Si no mejoramos todos los días vamos para atrás, porque el resto del mundo no se para mientras nos complacemos con nosotros mismos.
• Alvar Nuñez Cabeza de Vaca recorrió el sur de lo que hoy es EEUU y el norte de México a pie y tuvo tiempo de descubrir más tarde las cataratas de Igazú, el Paragüay y refundar Buenos Aires. Y lo hizo a pie, paso a paso. Todos los días se puede mejorar un poco en nuestra búsqueda de la nueva Iguazú.

Ser conscientes de nuestra Responsabilidad Social Individual

• Como ciudadanos de una de las naciones más antiguas, ricas y cultas del mundo tenemos la oportunidad, el privilegio y la obligación de elegir libremente. Toro bravo o oveja. ¿Qué queremos ser? Uno más en el redil o uno, único, libre, que pelea por su independencia y criterio, que recorre la dehesa buscando el mejor pasto, el mejor otero, que formando parte del colectivo, no renuncia a la individualidad. Claro que hay un precio. Pero es más caro no elegir libremente, no ejercer la responsabilidad individual con los otros. Con cada derecho, una obligación.

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