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El papel de la Empresa en la reconstrucción de Haití (Artículo)

Más de 200.000 muertos es una cifra lo suficientemente dramática para darse cuenta de la magnitud de la tragedia sucedida en Haití, como consecuencia del terremoto del pasado 12 de enero. Ese día, los ciudadanos haitianos padecieron los peores daños sufridos por un país en la historia moderna., por encima del tsunami de Indonesia de 2004 y de los ciclones que afectaron a Honduras en 1974 (Fifi) y en 1998 (Mitch). El tsunami contabilizó 168.825 muertes y 5.197 millones de dólares en daños, esto e...

Más de 200.000 muertos es una cifra lo suficientemente dramática para darse cuenta de la magnitud de la tragedia sucedida en Haití, como consecuencia del terremoto del pasado 12 de enero. Ese día, los ciudadanos haitianos padecieron los peores daños sufridos por un país en la historia moderna., por encima del tsunami de Indonesia de 2004 y de los ciclones que afectaron a Honduras en 1974 (Fifi) y en 1998 (Mitch). El tsunami contabilizó 168.825 muertes y 5.197 millones de dólares en daños, esto es, el 2% del PIB indonesio. El ciclón Fifi, por su lado, causó 8.000 muertes y unos daños que supusieron el 59% del PIB hondureño, mientras que el huracán Mitch se llevó por delante el 81% del PIB y 14.600 personas.

Según un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), esta catástrofe natural acabó con más del 100% del Producto Interior Bruto (PIB) de Haití. Este organismo ha calculado el coste de la reconstrucción, situándolo entre 8.100 y 14.000 millones de dólares, aproximadamente 6.000 y 10.000 millones de euros. Las conclusiones del informe tienen su base en el número de muertos (217.000 confirmados de manera oficial), la población (alrededor de 8 millones de personas) y el PIB (el más bajo de América Latina: no llegaba a los 7.000 millones de dólares en 2008).

Asimismo, el BID ha adelantado las conclusiones de otro estudio que verá la luz próximamente. En él se indica que los países afectados por desastres de semejante magnitud sufren contradicciones económicas que pueden prolongarse durante años: a pesar de los grandes flujos de ayuda exterior, el PIB per cápita suele resultar un 30% más bajo diez años después de la tragedia.

"Por supuesto esto no significa que la asistencia no dé resultados, simplemente resalta los retos a los que se enfrentan Haití y la comunidad internacional", añade el informe.

De hecho, antes del seísmo, la economía haitiana había crecido un 2% a pesar de la crisis mundial, gracias a la reactivación del sector agrícola y una mejoría del déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos que se redujo 14%. La inflación también bajó con respecto al 2008, las remesas se incrementaron levemente y alcanzaron los 1,281 millones de dólares; los ingresos fiscales (12.3 por ciento del PIB) fueron óptimos, y a pesar de una reducción del valor de las importaciones, los ingresos crecieron en términos reales 14.6%, gracias a la contribución positiva de la recaudación arancelaria (9.6 por ciento) y a un mayor control de la evasión tributaria. Es importante destacar estos datos porqué puede haber cierta impresión de que la ayuda internacional no va a servir para nada o, lo que es igual de injusto, qué un país con los antecedentes de Haití hace casi imposible tener confianza en su reconstrucción.

Ante esta situación ¿Qué papel debe jugar la empresa en este proceso de reconstrucción? ¿Cuál debe ser su protagonismo en el futuro desarrollo económico de Haití? Los niveles de colaboración son diferentes y habrá empresas que estén en todos y otras que sólo puedan o quieran estar en alguno de ellos.

1. Atención Inmediata de Emergencia. En este primer nivel se necesita, básicamente, la donación económica, o en casos muy contados la donación de bienes o servicios, para paliar las necesidades inmediatas y básicas de la población. Ahora estamos en este momento de la colaboración, un momento donde lo más destacable ha sido la avalancha de donaciones de personas físicas y jurídicas que se han producido. La Asociación Española de Fundraising emitió hace una semana una nota de prensa de agradecimiento a la sociedad española, en nombre de todas las ONG’s, por los 72 millones de euros recaudados en nuestro país, una de las más altas cantidades recaudadas por una nación en todo el mundo. El 95% de estos fondos han sido aportaciones privadas y el resto, a través de las diferentes instituciones públicas. De ese 95% "privado" el 72,46% ha sido de particulares y el 27,54 restante de empresas y fundaciones. Estas cifras confirman lo que las Organizaciones No Gubernamentales conocemos desde hace tiempo, la sociedad española responde generosamente a las situaciones de emergencia, por encima de su habitual nivel de asociacionismo o aportación sostenida a ONGs. Por su parte, la colaboración empresarial se ha situado, como ocurre normalmente en estos casos, entre lo que han realizado una aportación más "comunicativa" que nada, o aquellos que se han preocupado porque su aportación, además de importante, sea lo más efectiva. Pero no es momento en entrar en estas actuaciones ya que lo importante, en estas situaciones, es el cuánto y mucho menos el cómo.

2. Programa de Reconstrucción. En breve comenzará una de las etapas más importantes, de hecho ya hay organizaciones en este proceso, el impulso del programa de reconstrucción de Haití. Ahora es cuando todos los actores institucionales públicos y privados internacionales, y los del propio país, deben dar una lección de coordinación y anteponer, ante cualquier interés unilateral económico y político, el bienestar de un pueblo tan castigado. Confiemos en que los participantes a la Conferencia de Donantes, que se celebrará en Nueva York el próximo 31 de marzo, tengan en cuenta está prioridad.

El BID, el principal prestamista para los gobiernos de la región, ha advertido que conseguir la suma requerida para la reconstrucción de Haití "requerirá muchos donantes, tanto bilaterales, multilaterales como privados". "La excelente coordinación de los fondos y su ejecución será clave para asegurar que sean usados eficientemente", señaló el estudio.

En este nivel, la contribución económica sigue siendo elemental y definirá que corporaciones buscan un claro bien social o sólo la "foto". También es cierto que, con los sistemas de comunicación restablecidos, más o menos, la donación de bienes y servicios puede ser efectiva, pero siempre siendo consciente que no hay que donar lo que la empresa tiene sino lo que necesitan los beneficiarios.

Sobre las aportaciones dinerarias, las empresas deben ser comprensivas y tener en cuenta que los grados de redención de cuentas no pueden ser los habituales de otros programas de cooperación. Esto no quiere decir que deban renunciar a una clara justificación por parte de las instituciones con las que se colabora, pero tienen que acordar con ellas los mecanismos de comunicación de resultados para poder asegurar que los fondos aportados se han destinado al objetivo previsto. Como indica el propio BID, es necesario poner en marcha "mecanismos extraordinarios para asegurar la transparencia y la rendición de cuentas".

3. Desarrollo económico sostenible. Y por último, pero básico para el futuro del país, es apoyar a Haití en la creación de una economía sostenible que beneficie a todos. Es decir poder desarrollar negocios sin crear desigualdades y donde la rentabilidad económica no esté reñida con el respeto al bienestar de los haitianos, su independencia como pueblo y nación. Es la aplicación más práctica de las últimas tendencias y caminos de la RSC, aquella que solicita que esté dentro del negocio, que forme parte de su "core". Es la aplicación de la Responsabilidad Empresarial en la construcción de un modelo de negocio que cree valor y, además aporte ventaja competitiva. Es decir desarrollar el negocio con un verdadero sentido de Responsabilidad Social Empresarial.

Cada empresa, que quiera y pueda, tiene la posibilidad de jugar un papel en la reconstrucción de un país castigado históricamente por errores propios y ajenos, que ha visto en el terremoto del 12 de enero de 2010 el último y más trágico capítulo de su dramática historia. Pero ahora es el momento de mirar al futuro y sólo hay una posibilidad, verlo con esperanza.

PD: Desde Aldeas Infantiles SOS queremos dar las gracias a los receptores de la Newsletter de Know Square por su apoyo al pueblo haitiano en esta Plataforma.

Adjunto
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