Si nunca has fracasado, nunca has vivido (Mensaje de Cine)

Si el horinzonte de nuestra vida carece de un ideal, es muy probable que a las primeras de cambio, ante una adversidad...o 1.000, nos acabemos encerrando en el caparazón del rencor y no lleguemos a percibir, como decía Ortega y Gasset, que "el verdadero tesoro del hombre es el tesoro de sus errores". Lo realmente importante es nuestra actitud como respuesta ante las desavenencia profesionales o personales, forzadas tal vez por un error nuestro o de otros, pero que al fin y al cabo constituyen un fracaso. ¿Debemos encerrarnos en el rencor y la desidia o por lo contrario salir al parqué y, con la fuerza inmensa que nos proporciona el creer en uno mismo, con la rabia de la verdad, "machacar el aro" y no solo arrancarnos de una vez por todas esas espinas que nos ha aturdido y paralizado? El fracaso o el error puede convertirse en un trampolín que nos permitirá hacer no solo el mortal previsto, sino el doble mortal y medio con tirabuzón...y sin salpicar. Por cierto, si quieres vengarte de tu enemigo, se mejor que él.