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Equilibrio corporal-espiritual (Artículo)

La confianza, el entusiasmo y la ilusión favorecen las funciones superiores del cerebro; por ejemplo la visión de oportunidades, solución de problemas, toma de decisiones y desarrollo de la innovación, creatividad e imaginación. Por eso la persona comprometida y que confía va mucho más lejos. Existe un hilo telefónico entre el corazón y la cabeza; y lo que el corazón quiere sentir la cabeza se lo muestra. Si una decisión, que se toma con el corazón, requiere 4 razones que la justifiquen, la cabeza se las da. Y si necesita 40, también se las da.

Contémplese el cuadro de más abajo. Cada uno de nosotros tiene su propio “paquete” con los 4 elementos fuertemente vinculados entre sí: Mentalidad - Pensamiento – Fisiología – Lenguaje.

La modificación de cualquiera de los cuatro elementos en un sentido, origina forzosamente la modificación de los otros tres en el mismo sentido. La naturaleza de ese “paquete” define radicalmente la forma en que la persona hace efectiva toda su energía. Es curioso que en el mundo de hoy a este equilibrio se le preste tan poca atención.

 



Observando el cuadro, Vd. mismo puede hacer una gran cantidad de consideraciones ciertas. Por ejemplo he aquí algunas:

- Nuestro pensamiento crea nuestro mundo que puede ser un cielo o un infierno.

- Cualquier señal negativa afecta, aunque sea imperceptiblemente, al ritmo de la respiración y cardiaco y a todo el equilibrio de humores internos.

- La forma de pensar afecta a la constitución hormonal. Una buena conversación deja un buen cuerpo.

- Cuando uno se enfada y dice que “está haciendo mala sangre” es literalmente cierto.

- Se ha demostrado que un minuto de pensamiento negativo o una preocupación, comprometen el funcionamiento del sistema inmunitario frente a infecciones y tumores durante más de 6 horas. Y repercute sobre la sensación de agobio y cansancio
real. Puede lesionar neuronas y reducir el riego sanguíneo en coronarias y zonas vitales del cerebro.

- La segregación de hormonas inadecuadas (especialmente corticoides) mantenidas durante un largo período de ira puede tener efectos demoledores sobre el sistema inmunitario, e impedir actuar a los linfocitos. Claro está que todo el proceso fisiológico es notablemente complicado.

- Si uno se da palabras de ánimo a si mismo, mejora su estructura celular y cerebral. El corazón trabaja con más potencia con lo que filtran mejor los riñones y el hígado, y mejora toda la circulación capilar.

- Se ha visto que las palabras, por sí solas, activan el núcleo de la confianza o del miedo. Si uno se dice a si mismo “debiera hacer esto”, y no lo hace, altera físicamente su cerebro.

Hablemos ahora de un recurso fisiológico, fácil y valioso, que produce cambios importantes en el pensamiento, mentalidad y lenguaje. Es el control de la respiración abdominal. Fue experimentado por el autor en 1980 bajo el entrenamiento de Antonio Blay Foncuberta, un gran experto ya desaparecido, del que quedan sus libros.

En síntesis consiste en un entrenamiento que puede hacer uno en casa dos veces al día, 10 minutos cada vez: En una habitación en silencio, en penumbra, y sin interrupciones, visualizando un reloj, siéntese en una butaca cómoda con la espalda recta. Observe, como si estuviera fuera de sí mismo, el movimiento automático de sus pulmones profundo y rítmico. No interfiera conscientemente para nada sobre dicho movimiento. Tiene que observarlo siendo muy consciente de él y sin adormecerse, que quizá sea lo que le pedirá el cuerpo. Eso es todo.

¿Por qué es sano que un joven haga una marcha de 5 horas con una mochila de 10 kilos? Porque le obliga a mantener un ritmo pulmonar y cardiaco profundo y constante que por fuerza echa fuera todos los demonios. Lo mismo ocurre con el paseo diario de una hora de un adulto a paso lo más ligero posible. Lo mismo con la natación. ¿Quién es un buen nadador? El que avanza en el agua con unos movimientos de cabeza y extremidades que mantienen un ritmo constante y profundo en la respiración.

Si por la causa que fuera, Vd. no puede hacer estos ejercicios físicos haga en casa el control de la respiración que hemos hablado para librarse de diablillos que le pueden acabar afectando de veras. El control de la respiración es muy buen preámbulo para la oración. Además quien lo practica escucha mejor, habla mejor, ejerce mejor la autoridad y domina mejor cualquier situación. Pero no es la purga de Benito. Hay que practicarlo y sus efectos aparecen a los 2 meses.

Todos estos fenómenos ya los observaron los socráticos. El siglo pasado, Ramón y Cajal, nobel de medicina en el 1906 abordó este tema, y Alexis Carrel, (el Ramón y Cajal francés) nobel de medicina en 1912, autor de “La incógnita del hombre” y de “Viaje a Lourdes” ya lo explicó con cierto detalle. Hoy día, Mario Alonso Puig ha tenido la habilidad y la destreza de saber vulgarizar estos conceptos, apoyado en el extraordinario desarrollo de la medicina y la tecnología que ha tenido lugar esta última década, y que han permitido comprobar científicamente estos hechos.

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