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¿Hacia dónde vamos? Cuando ya no esté. El mundo dentro de 25 años - Artículo

Desde hace ya muchos años me vengo quejando de la escasa calidad de la programación/contenidos de los canales televisivos de nuestro país que no son de pay per view, e incluso de estos también. En nuestra televisión, la de toda la vida, entre privadas y públicas, conviven alrededor de 50 canales activos; la mayor parte de ellos son de relleno, entre ellos proliferan los dedicados a las apuestas, los echadores de cartas y la tele-compra. En este desierto en el que nos encontramos, he alcanzado un oasis que, ante la escasez de producto que merezca la pena, he llegado a pensar incluso que podría ser un espejismo. Después de ver una serie de programas, me ha quedado meridianamente claro que este “producto” aporta un valor añadido y diferencial.

Me estoy refiriendo al nuevo Programa de Iñaki Gabilondo en #0 (Movistar+), que se presentaba en marzo de este año en la Fundación Telefónica. Aunque asegure que ya está de retirada, Iñaki sigue sumando proyectos, afrontando el que describe como su penúltimo reto: Cuando ya no esté. El mundo dentro de 25 años. “Estamos diciendo adiós a un mundo y otro muy distinto se está fraguando a toda velocidad”, anuncia la voz del periodista en el vídeo que introduce cada uno de los capítulos.

El periodista se propone averiguar cómo será el futuro, un excelente reto, con grandes preguntas como punto de partida: ¿Seremos Inmortales? ¿Colonizaremos el espacio y los océanos? ¿Destruiremos la Tierra?

“Ninguna generación como esta ha sentido de forma tan vivida la velocidad a la que cambia todo. La curiosidad que tengo está más que justificada. Es una curiosidad sincera”, afirma Gabilondo. Para indagar en ese futuro, Gabilondo ha salido fuera de los platós para charlar con expertos de primer nivel en su hábitat natural. “Son entrevistas muy intencionadamente sencillas que me permitan asomarme al mundo cuando ya no esté” puntualiza el periodista. “Es un programa excepcionalmente emocionante” sentencia Fernando Jerez, Director del canal #O.

La robótica, la física, la genética, la sociología, la medicina, o la política, son sólo alguno de los temas que abordará en un espacio del que se están emitiendo 3 o 4 programas por trimestre, sin una periodicidad fija.

Del panel de expertos que han pasado por el programa citaré, entre otros, a: Juan Luis Arsuaga (paleoantropólogo), Cristina Garmendia (bióloga), Javier Gomá (filósofo), Juan Ignacio Cirac (físico), José Luis Cordeiro (profesor de la Singularity University), Michelle Bachelet (Presidenta Chile), Norman Foster (Arquitecto), Rafael Yuste (neurólogo), Rafael Rebolo (astrónomo).

¿Qué va a ocurrir cuando seamos nueve mil millones de personas sobre la faz de la Tierra? Iñaki vaticina: “la ciencia de hoy fue la ciencia-ficción del pasado. El mundo va a ser completamente diferente”.

De eso no hay ninguna duda.

En el fondo hay una crítica encubierta a su mundo periodístico y a la sociedad en general, que muchas veces se queda en la superficie del debate, llegando a afirmar que en el mundo actual existe  una descompensación porque hay menos información y más opinión. Evidentemente, es fácil concluir que son una serie de programas con una calidad de contenidos y profundidad a la que no estamos acostumbrados. Estos programas deberían ser de visión obligada para aquellos que van a ser los auténticos protagonistas de este  profundo cambio que se avecina, paulatina pero progresivamente. 

Me gustaría cerrar el artículo con la misma reflexión que –con su voz en off– hace Iñaki al presentar cada uno de los programas:

“Dicen que la curiosidad es el aspecto emocional que engendra la exploración, la investigación y el aprendizaje. Quizá, pero todo se complica cuando los interrogantes se trasladan al futuro. Ahora se están abriendo nuevos horizontes, y se anuncian cambios enormes. Todos somos conscientes de que estamos diciendo adiós a un mundo y otro se está fraguando a gran velocidad. Si pudiéramos desplazar un enviado especial a ese futuro, ¿Con qué nos encontraríamos? Por eso, con mi penúltima energía profesional, me propongo viajar a esa frontera para intentar despejar esa gran incógnita:

¿Cómo será el mundo… cuando ya no esté?”

¡Desde luego, apasionante!

Adjunto
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