La inquietante capacidad de predecir (Crónica de la Entrega de Premios Know Square 2014)

Como miembro del jurado es lógico, porque solo hasta última hora ni nosotros sabíamos quién iba a ganar el codiciado, por prestigioso, premio, porque es en el debate final cuando, por encima de las puntuaciones de hasta nueve variables, los diversos argumentos se ponen encima de la mesa. Pero naturalmente no me refiero a eso. La inquietud surge del propio libro premiado, el de profesor Rifkin que, además de contar cómo es el presente, mantiene la hipótesis de que el cambio producido va a traducirse en un cambio mucho más profundo en la súper estructura social que tenemos y que responde al nombre de capitalismo. Así lo vino a decir su intervención para agradecer la decisión del jurado de premiar como “Mejor Libro de Empresa 2014” a su obra “La sociedad de coste marginal cero”. Dos minutos en los que desbrozó este libro que nos sumerge en el laberinto de las tendencias actuales.

Hay que ponerse las pilas, por usar una frase hecha de común entendimiento, porque vienen curvas, y eso es una situación que Antonio Garrigues, que tiene un fino olfato sociológico, no la deja pasar así como así. Habló de España, de la España de hoy, esa que sigue siendo como la de antaño y más antaño, a la que le cuesta reconocer los éxitos fundamentos en el esfuerzo, el trabajo y la voluntad. Tenemos que espabilar, en una palabra. Los jóvenes por ser jóvenes y los no tan jóvenes porque siempre es bueno seguir aprendiendo y mantenerse en forma.

De los valores citados habló el editor de “La Brújula de Shackleton”, de Jesús Alcoba, que precisamente volaba a Nueva York para dar una conferencia sobre el libro y el personaje. Fue el libro que disputó la victoria al de Rifkin y glosa con acierto la lucha, en este caso por la supervivencia, de unos hombres que estaban allí para ganar “gloria y reconocimiento”.

Un ejemplo de gestión de un grupo y al revés, gestión de un líder por el grupo, en un ambiente y circunstancias que era para que saliera en muchas ocasiones lo que Manuel Tallada, fundador de MRC Training y experimentado formador, “nuestro monos”, esa otra cara de la misma moneda que, como decía Nietzsche, somos todos. Aconsejable sumergirse en su metodología para saber en qué clase de tipología está cada uno frente a los demás o ante las dificultades.

Casi tanto como una presentación de los libros, el acto fue como una sesión formativa; un taller, casi, sobre aspectos fundamentales de la empresa y su gestión. La dieron los citados y también Jesús Sánchez Lladó, director de e-comerce de Correos, que nos puso buenos ejemplos de cómo dirigía a sus gentes  Steve Jobs en Apple o el también mítico Jack Welch, presidente de General Electric, con el objetivo de dirigirse más y mejor a sus clientes, fruto de su larga experiencia en multinacionales, entre ellas las dos citadas.

Realmente, fue curioso ver la composición este año de los finalistas, donde han destacado libros sobre el contexto de España, libros sobre liderazgo y libros sobre gestión, siendo los cada uno de los tres primeros de estas tres áreas, realmente esenciales para cualquier directivo, como recordó María Eugenia Cadenas, miembro del Jurado que, junto a Alex Vesga, director de la revista Emprendedores condujeron el acto en el que cabe también destacar la intervención de la consejera de la Junta de Castilla y León Silvia Clemente que precisamente destaca por haber lanzado una campaña ejemplar para conocer el sector agroalimentario de la Comunidad Autónoma que representa, para muchos desconocido en su dimensión real de puntero no sólo en España sino en Europa.

Y no puedo cerrar esta crónica sin citar a Elena Hernando, activa directora del Museo Lázaro Galdiano, que acoge los premios y buena parte de la actividad del jurado, que en su intervención nos contó una anécdota que dibuja la sublime figura del hombre que logró reunir esa colección genial que alberga el museo que lleva su nombre. Pagó 5.000 pesetas de principios de siglo XX para adquirir los derechos de una de las novelas de Emile Zola, en ese ánimo de acercar a España a los grandes escritores. La dimensión del Museo la dio en su intervención Juan Fernández-Aceytuno, fundador de Know Square, cuando nos recordó a los asistentes que a cien metros reposa un cuadro de Velázquez con el que ilustró parte de sus palabras. Y junto esa obra, otras de Goya, Rubens, parte de las joyas culturales que afortunadamente no esconde el Museo Lázaro Galdiano.

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