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Resumen de la charla-coloquio con José Manuel García-Margallo organizado por Europa en Suma

Coloquio muy entretenido pero que deja un mal sabor de boca. La triste aceptación de que Europa está construyendo los botes salvavidas mientras el barco se hunde es una realidad muy pesimista. La impresión es que ahora mismo hay un pulso de fuerzas en la Unión Europea, y el gobierno español no tiene la credibilidad para ganarlo. Son muchos errores continuados, muchas meteduras de pata, muchas “salidas del tiesto”. El mecanismo de eurobonos no es una solución para recuperar el crecimiento, es una solución para comenzar a desligar unos países de los otros creando un “cordón sanitario” (como diría Federico Luppi. Los eurobonos sólo ayudan a pagar menos intereses, pero la deuda sigue ahí igual que los problemas estructurales. No ayuda, por tanto, a salir más rápido, sino a salir menos lentamente, que no es lo mismo. Parece más una solución para Alemania y Francia que una solución para España.

10 de febrero de 2011. Resumen de la charla-coloquio con José Manuel García-Margallo organizado por Europa en Suma
Librería Fuentetaja, Calle San Bernardo, 35. Asistentes: 40 personas aproximadamente, todo el aforo

Sobre el ponente

José Manuel garcía-Margallo, Eurodiputado del PP (desde 1994), vicepresidente de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios y miembro, entre otras comisiones de la Comisión Especial sobre la Crisis Financiera, Económica y Social.
Como miembro de dicha comisión ha realizado un periplo por los principales países afectados por la crisis (España, Portugal, Grecia, Irlanda).

Dispone de su propio blog: http://garciamargallo.blogspot.com/

Título de la charla

No hay título. Es charla-coloquio

Resumen

Acto realizado por la Fundación Europa en Suma. Su coordinador, Juan Cuesta y el "telonero", como se autoproclamó Iñigo Méndez de Vigo, nos dieron la bienvenida.

Los actuales sucesos económicos que han azotado a Europa han puesto en jaque la Unión europea. En palabras de Cuesta, la Unión va "a machamartillo". Méndez de Vigo nos recuerda que "el euro tiene un ingrediente de apuesta política".

La posición privilegiada de García-Margallo nos permite tener una opinión de primera mano y estas son las conclusiones del coloquio:

1) La Unión Europea está improvisando a medidas que se desarrollan los acontecimientos.

Europa se enfrenta a una crisis asimétrica y no dispone ni de instrumentos ni ha tenido capacidad de reacción. Como dijo Herman Van Rompuy, "en plena crisis, hemos tenido que construir los botes salvavidas".

2) Estamos ante un momento pivotal en la historia de la Unión

El euro ha corrido peligro pero este peligro ha sido, de momento, orillado. El fracaso del euro sería el fracaso de la Unión, por lo que no se plantea volver a las monedas nacionales.

Hay compromiso para sacar esto adelante. El euro es proyecto común, lo que hagan nuestros hermanos nos afecta a nosotros y viceversa. Por eso la crisis de Grecia fue tan dolorosa, no sólo por lo que a nivel económico implicó, sino por el componente psicológico negativo de habernos engañado.

Europa lleva en crisis mucho más tiempo que estos pasados dos años. La crisis da comienzo con la crisis de 1973 del petróleo. Ese año se consagra el fin del Estado del Bienestar y el fin de la economía Keynesiana, con un nuevo credo, el neoliberal de Friedman. Esta fase llega a su cenit con la pronunciación de Francis Fukuyama en 1989 de que estamos ante el fin de la historia.

La segunda fecha relevante es 2001, con la caída de las Torres Gemelas y la confirmación de que la otrora primera potencia del mundo ya no puede manejar los hilos a su antojo.

La tercera fecha relevante es 2008 con el desenvolvimiento de la actual crisis.

3) El efecto de jugadores no estatales poderosos: las multinacionales

Las multinacionales se convierten en agentes que afectan decisivamente las decisiones nacionales. Para que se hagan una idea, de las 100 entidades más grandes del mundo, 51 son empresas y sólo 49 son Estados. Hoy las empresas se mueven donde quieren y van donde quieren. Y Estados Unidos está mejor preparado que Europa para captar empleos mas flexibles.

Les doy otro dato: por cada puesto que perdía Estados Unidos debido a la deslocalización generaba 1,2 empleos en otras industrias.

4) Génesis y proyección de la crisis

La crisis desató una enorme desconfianza entre entidades de crédito, hasta el punto de que un consejero delegado de un banco le dijo a García-Margallo que "no se podían publicar los balances de las entidades de crédito porque entonces se hunde toda la economía". Actualmente, las ayudas públicas del sector bancario constituyen el 35% de los recursos públicos.

En Europa ahora mismo no hay liderazgo. La opinión pública alemana añora el marco alemán, pero el gobierno de Merkel sabe que no pueden volver al marco porque las exportaciones se encarecerían (dado el alto tipo de cambio). Y además, sus bancos tienen nuestra deuda.

Ante esta situación, Alemania ha optado por imponer una disciplina germánica a los países díscolos.

5) La propuesta: un club dentro de un club.

Los alemanes dicen que no quieren solidarizar la deuda (porque con razón se quejan de que son ellos los que pagan el pato) y Francia acepta solidarizarla pero con pocos países.

Por eso, lo que ahora estamos planteando es un euro a dos velocidades: un club selecto con Eurobonos y otro club con países sin eurobonos (a efectos prácticos, se quedan casi fuera de los mercados financieros).

Eso sí, el sistema de eurobonos establece un derecho de admisión en el club. Es un área de cooperación reforzada, con posible entrada de otros países siempre que cumplan determinados requisitos. Los que se queden tendrán que acudir a los mercados de capitales sin el apoyo de la UE, por lo que esto supondría para ellos tipos de interés más caros e incluso el riesgo de no poder financiarse (como le pasó a Grecia y a Irlanda).

Operativamente, se crearía un "FMI europeo" que emitiría deuda denominada "eurobonos" y todos tendrían acceso hasta el límite que sea razonable, esto es, hasta el 60% de la deuda de un país. Superando ese límite, no habría eurobonos azules y el tipo de interés se dispararía.

Para asegurar la disciplina presupuestaria, es decir, que se cumple ese 60%, los alemanes proponen crear una comisión con super-poderes.

Los españoles estamos proponiendo un esquema gradual, por el cual no sólo acceden a los eurobonos los que cumplen los criterios, sino que también hay un acceso parcial si "progresas adecuadamente", como en el colegio. Nos parece una propuesta muy razonable porque en caso contrario aquel que está haciendo los deberes se le pone palos en la rueda al tener que pagar tipos más altos.

6) España, quo vadis?

La deuda total española se estima en el 360% del PIB, pero afortunadamente el sistema de eurobonos se establece sobre la base de la deuda pública, que en España es del 62% del PIB.

Nuestra preocupación es contabilizar aquella parte de la deuda que es actualmente privada pero que puede convertirse en pública, lo que nos pondría en serias dificultades para acceder al sistema de eurobonos. Se calcula que esa deuda potencialmente pública está entre 20.000 y 120.000 millones de euros. Es una horquilla demasiado amplia que incluye la titulación de las eléctricas, la deuda de la construcción y las autopistas.

Una cosa tenemos clara: "salir del euro sería una catástrofe para España". Recordemos que la devaluación de la Argentina de Kirchner en 2001 todavía la están pagando.

¿Qué le espera entonces a España? Una bajada en el nivel de vida de un 30%. Las recetas que necesita la UE son contrarias a las que necesita España, pero salir del euro implica que las deudas siguen estando en euros y lo vamos a tener que seguir pagando pero más caro.

Lamentablemente, Portugal y España están en las condiciones técnicas para acudir al rescate (y acceder a financiación más barata). Si Portugal cae estamos en grave peligro porque hay 80.000 millones de euros de crédito español invertidos en Portugal. Y además, los cañones nos apuntarían directamente a nosotros. España es la cuarta economía europea y el rescate tendría unas dimensiones muy superiores a las de Grecia e Irlanda.

Bajo estas premisas se comprende muy bien por qué Merkel visita España. Para sostenerla. España sólo tiene una ruta: hacer lo que dice Alemania porque de lo contrario Merkel hace una declaración en los medios y a continuación los mercados nos cortan la financiación, abocando a España al rescate.

Alemania está haciendo un juego peligroso: la crisis europea anima la bajada del euro y con ese tipo de cambio favorable exportan más. Pero se les puede ir de las manos. La cordura debe imponerse. La UE prevé un crecimiento en 2011 del 1,5% y el Gobierno español y el BBVA prevén un crecimiento de España por debajo, del 0,9%.

Cuando los alemanes crearon el euro querían dejar fuera a los países del Sur. No nos consideran gente seria. Y les hemos dado la razón. Lo que los alemanes no entienden es que ellos se jubilen a los 67 y los franceses a los 60 con huelga tras huelga. Ese deseo de dejar fuera al arco mediterráneo lo quieren poner en marcha ahora, dividiendo el sistema. Los españoles tenemos que convencerles de que acataremos la disciplina.

El futuro más inmediato requerirá declaraciones políticas.

7) Dos euros, ¿dos velocidades?

"He oído muchas veces lo de hacer dos euros, pero es que sencillamente no sé cómo se podría hacer, estamos tan interconectados. Y además, ¿qué hacemos con las deudas que tenemos en euros con los alemanes? ¿Se devalúan? Si no, estaremos pagando esa deuda durante décadas. Sinceramente, no sé cómo podría hacerse".

8) El futuro de Europa (y del mundo)

Pasada esta tormenta, nuestra atención debe centrarse en la política energética. Estamos ante una energía primaria constituida por recursos fósiles en progresivo agotamiento, cada vez más tasados e caro y en zonas geo-estratégicas complicadas. A esto se añade el gasto en energía de los países en desarrollo.

Ponemos en el balance otro desequilibrio: China dispone de gran parte de la deuda americana.

Comentario crítico

- Coloquio muy entretenido pero que deja un mal sabor de boca. La triste aceptación de que Europa está construyendo los botes salvavidas mientras el barco se hunde es una realidad muy pesimista.

- La impresión es que ahora mismo hay un pulso de fuerzas en la Unión Europea, y el gobierno español no tiene la credibilidad para ganarlo. Son muchos errores continuados, muchas meteduras de pata, muchas "salidas del tiesto".

- El mecanismo de eurobonos no es una solución para recuperar el crecimiento, es una solución para comenzar a desligar unos países de los otros creando un "cordón sanitario" (como diría Federico Luppi). Los eurobonos sólo ayudan a pagar menos intereses, pero la deuda sigue ahí igual que los problemas estructurales. No ayuda, por tanto, a salir más rápido, sino a salir menos lentamente, que no es lo mismo. Parece más una solución para Alemania y Francia que una solución para España.

- Mi impresión es que el sistema de eurobonos consagra la primera fase de la subdivisión de la Unión en dos zonas, con una fase posterior de creación de dos monedas. El propio conferenciante reconoce que las medidas para Europa son dañinas para España. Siendo así, lo lógico es crear dos monedas europeas con dos políticas monetarias, con medidas adaptadas a los distintos países.

- ¿Cómo hacerlo? García-Margallo confiesa no saber cómo. Una propuesta es crear dos divisas europeas que estén en el mercado inicialmente a la misma paridad, mantenida artificialmente durante un año y luego separándose poco a poco. Sería una devaluación periódica y controlada. Las deudas de los países mediterráneos con Alemania podrán ser en el nuevo euro, inicialmente al mismo valor que el euro. El valor se iría erosionando con el tiempo. La alternativa sería mantener las deudas en euros, dando suficiente resquicio a los países del Sur para acceder a financiación al nuevo euro, pagar los euros y sustituir la deuda en euros caros por los euros baratos.

- Otra opción es poner un tipo de cambio fijo de salida pero dando acceso a los países del euro débil a una financiación a tipos de interés privilegiado (emitir billetes). Esta financiación devaluaría más el euro débil pero permitiría un sobreendeudamiento en una moneda devaluada, iniciando el proceso de la recuperación económica.

- No crear una Europa a dos velocidades monetarias aboca a todo el arco mediterráneo a un estancamiento que puede durar décadas. Una España que se enfrentará (propuesta Merkel de ligar salarios a productividad) a una parálisis de sus salarios ante una creciente inflación que erosionará el valor de nuestro patrimonio (y crecientes tipos de interés), haciéndonos cada vez más pobres y, lo que es peor, notándolo en el bolsillo. Una devaluación no se nota en el bolsillo del español, al menos en el medio y largo plazo, y pone a nuestras empresas sanas en una posición de ventaja y a las no sanas en la misma posición que tienen ahora. Mejor es crecer y pagar muchas deudas que no crecer y seguir pagando.

Notas Como Speaker

- Muy fluido y articulado, está acostumbrado a hablar en público y tiene una alta asertividad.
- Resulta imposible analizarlo como conferenciante ya que se trataba de un coloquio.

Transparency Vow

El autor de este resumen no tiene vinculaciones con el ponente ni con su partido, ni con la organización del acto.

 

Adjunto
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