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V Índice Elcano de oportunidades y riesgos estratégicos (Informe)

Acaba de publicarse el Informe Elcano, que adjuntamos, y que presenta la quinta versión del índice Elcano de oportunidades y riesgos estratégicos para la economía española. Como indican sus autores “además de trazar el nuevo perfil de la interdependencia económica de España en 2013, presenta un diagnóstico de los problemas del sector exterior, así como propuestas para superarlos. El índice se viene elaborando desde el año 2005 y se configura a partir de dos elementos: un índice de interdependencia económica y un índice de riesgo económico y político para todas las demás economías del mundo. Ambos índices permiten configurar un mapa de oportunidades y riesgos estratégicos, que refleja la importancia y nivel de riesgo de los 35 países del mundo con los que la economía española mantiene relaciones económicas más intensas”.

En las conclusiones del informe se detalla que “cada uno de los países se sitúa en una de las siguientes categorías, tal y como se muestra en la Figura 1".

 

  • Socios fundamentales: países con los que existe un alto grado de interdependencia económica y que presentan bajos niveles de riesgo. Se trata de países con los que hay que mantener el intenso entramado de relaciones económicas existentes.
  • Oportunidades estratégicas: países con menores niveles de interdependencia y bajos niveles de riesgo. Se trata de países con los que hay que intentar intensificar las relaciones económicas.
  • Retos estratégicos: países con diversos grados de interdependencia y mayores niveles de riesgo. Son países con los que existen oportunidades para intensificar las relaciones económicas pero a los que hay que estar muy atentos, ya que pueden evolucionar tanto hacia mayores como hacia menores niveles de riesgo.
  • Riesgos en potencia: países con grados de interdependencia medios o bajos y con muy altos niveles de riesgo. Son países con los que sería mejor reducir las relaciones económicas existentes a menos que éstas generen una rentabilidad muy elevada que compense el riesgo.
  • Riesgos estratégicos: países con altos niveles de interdependencia y también elevados niveles de riesgo. Son socios económicos poco deseables con los que urge reducir las relaciones económicas.

 

En los principales resultados, los autores sostienen “cómo los “socios fundamentales” de la economía española a fines de 2013 eran Alemania y el Reino Unido, seguidos por Francia, los Países Bajos y EEUU. En el área de “oportunidades estratégicas” aparece un amplio grupo de países europeos integrado por Luxemburgo, Bélgica, Suiza, Suecia, Austria, Dinamarca, Noruega, Finlandia y Polonia, así como China, Japón, Chile y Arabia Saudí. Ha desaparecido de esta zona Canadá, que tradicionalmente se encontraba en ella. Oportunidades estratégicas también serían Italia, Portugal e Irlanda, pero por el nivel de riesgo que les ha sido otorgado por la crisis de la eurozona aparecen como retos estratégicos. En cuanto mejoren sus ratings de riesgo volverán a situarse como oportunidades estratégicas para España”.

Añaden que “los países que se presentan como “retos estratégicos” para la economía española son: tres economías latinoamericanas –Brasil, México y Colombia–; dos del Magreb –Argelia y Marruecos–; Rusia, Turquía y Kazajistán; y dos países de África Subsahariana –Nigeria y Angola–".

Situados como “riesgos en potencia” se encuentran sólo dos países de América Latina –Argentina y Venezuela–, como ha sido habitual a lo largo de casi todas las ediciones del Índice, así como Libia e Irak (exportadores de petróleo). Como en ediciones anteriores, no hay ningún país en la zona de “riesgos estratégicos”.

El informe, en su segunda parte, analiza “los principales retos que enfrenta el sector exterior español y propone tres líneas de actuación interconectadas para enfrentarlos. La primera es la necesidad de diseñar una nueva política industrial destinada a aumentar la participación de la producción de manufacturas e inputs industriales intermedios en el PIB y en ellos el empleo, así como de insertar a la economía española en los eslabones de mayor valor añadido de las cadenas de suministro globales. La segunda línea de actuación pasa por conseguir aumentar el tamaño medio de la empresa española como estrategia para aumentar el volumen y el número de empresas exportadoras, así como su productividad. La tercera línea de actuación pasa por mejorar la acción económica exterior española. En muchos aspectos, sobre todo los de la política comercial y de acuerdos bilaterales de inversión, que está transferida a la UE, esto pasa por moldear las políticas de la Unión hacia terceros países para que reflejen mejor los intereses españoles”.

En síntesis, el informe concluye afirmando que “la acción económica exterior española tiene que apoyarse en las herramientas que nos brinda nuestra pertenencia a la UE y al euro y centrar sus esfuerzos en conseguir que la Unión (que a día de hoy restringe el margen de maniobra de la política económica española de manera significativa) avance hacia una mayor integración que respete los intereses españoles y tenga una voz más fuerte en el mundo. Sin embargo, al mismo tiempo, la acción exterior española tiene que ser capaz de actuar más allá de la UE porque hay múltiples aspectos en los que no se podrá contar con su apoyo”.

Adjunto
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