Con frecuencia el vértigo nos asalta ante el cambio. Es humano el aferrarse a lo conocido, al miedo a experimentar, aún más si éste nos puede hacer daño a corto plazo a nuestras personas más próximas, familia y amigos. Hace falta un profundo sentido ético y capacidad de sacrificio, perseverancia y motivación trascendente para estar dispuesto a dar los pasos de un cambio relevante.

Viernes, 22 de mayo de 2009. Domingo pasado, Triacastela, Lugo, Camino de Santiago; un cura predica su tradicional sermón dominical en una recoleta iglesia; pronto capta la atención de los feligreses: cuenta que se encontraba durante la semana anterior en Madrid, cuando le llaman urgentemente del Hospital Puerta de Hierro, sección de oncología, que se persone urgentemente. Al llegar a una habitación, un hombre moribundo, en coma, agoniza. Cuatro hombres rodean su cama. El mayor de ellos se dirige al sacerdote:

Viendo hoy como nuestros amigos del Consejo Editorial nos han deleitado con un video de Freddie Mercury me ha dado la ventolera guitarrera y me he acordado, en asociación libre de recuerdos, de la hermosa canción de Eric Clapton, Tears In Heaven. Esta canción es el homenaje de Clapton a su pequeño hijo que tuvo la desgracia de sufrir un accidente terrible. Se cayó desde un piso alto de un rascacielos con cuatro años y falleció. El video que acompaña ya lleva subtitulos. Vereis, muchos seguro que la conocen, que es una hermosa canción de amor, cargada de esperanza.

"La conocí a los 16 años. Fuimos presentados en una fiesta por un "tío" que decía ser mi amigo. Fue amor a primera vista, ella me enloquecía. Nuestro amor llegó a un punto que ya no podía vivir sin ella. Pero era un amor prohibido, mis padres no la aceptaron. Fui expulsado de la escuela y empezamos a encontrarnos a escondidas, pero ahí no pude más, ¡me volví loco! Yo la quería pero no la tenía, yo no podía permitir que me apartaran de ella, yo la amaba; destrocé el coche, rompí todo dentro de casa y casi maté a mi hermana, estaba loco, la necesitaba. Hoy tengo 39 años, estoy internado en un hospital, soy inútil y voy a morir abandonado por mis padres y por ella, ¿su nombre? Cocaina, a ella le debo mi amor, mi destrucción y mi muerte". Freddie Mercury.

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