Una alianza a largo plazo, pero 'real' (Nota Técnica)
Si, es cierto, debemos enviar mensajes de esperanza, positividad y superar esta depresión colectiva en la que nos hemos instalado, pero siempre desde el conocimiento de la realidad y con los pies en el suelo. Evitemos la literatura gratuita, la teoría impactante de "Jornada para management" y construyamos el futuro para una colaboración estable entre Empresas y ONGs manejando realidades y buscando nuevas posibilidades.En este mundo de la RSE y de la Acción Social Empresarial, cuando hablamos de las relaciones con ONGs todos apostamos por el largo plazo y las alianzas estables. Desde Aldeas Infantiles SOS somos los primeros en hacerlo. Pero ¿Es posible que este tipo de alianzas sea una realidad estable y extendida? ¿Cuánto tiempo es largo plazo para una empresa y cuanto para una ONG?
Antes de plantear nuestra opinión, abramos ranuras de esperanza. Es cierto que las empresas y las ONGs cada vez se conocen mejor, se ha superado – en la mayoría de los casos- el ‘cortoplazismo’, los medios de comunicación y la opinión pública cada vez se hacen más eco de la Acción Social empresarial y el conocimiento del papel que cada uno debe desempeñar está más claro.
Todo ello es cierto, pero también lo es la cuenta de resultados, los beneficios, las prioridades en comunicación, la saturación de trabajo, los cambios de dirección, las nuevas estrategias, la compra y fusión de empresas etc…toda una serie de variables empresariales, lógicas, que hacen que estas deseadas alianzas se vean permanentemente afectadas. Y no es una situación achacable a la crisis, no, estas variables siempre han estado y estarán ahí.
Para lograr un matrimonio de larga duración, el ‘parasiempre’ es complicado hasta para las relaciones personales, primero debemos pasar por un mínimo noviazgo. No prometerse amor eterno en la primera cita. Hay que conocer las aficiones, los puntos en común, los gustos, las afinidades, incluso a la "familia".
Creemos que para lograr esta colaboración estable debemos tener en cuenta una serie de puntos que pueden lograr que esa relación sea para, casi, "hasta que la muerte nos separe":
1. Conocimiento Previo. Es necesario que haya un conocimiento profundo de ambas partes: necesidades y objetivos, organización interna, posibilidades y recursos que cada uno puede aportar, etc. Por todo ello empezar la colaboración con acciones puntuales que permitan conocerse mutuamente no creemos que sea perjudicial, sino todo lo contrario. En estas acciones puntuales debe haber un espíritu de continuidad, pero al principio debe ser sólo eso, un espíritu.
2. Programa Rentable. La colaboración tiene que ser rentable para ambas partes, pero la rentabilidad puede y debe ser entendida de una manera diferente. La rentabilidad para la ONG puede que sea en términos de obtención de recursos, materiales y humanos, para la empresa puede que sea la mejora de su Imagen o Reputación Corporativa, su posicionamiento en un mercado local incipiente, etc.
3. Participación Corporativa como suma de Individualidades. Para que las colaboraciones ente Empresa y ONGs tengan continuidad es necesario un doble compromiso, por un lado institucional y que eso, a su vez, se traduzca en la suma de los compromisos individuales. Es necesario que los stakeholders de estas instituciones conozcan estos acuerdos y que haya más de una persona, incluso departamento, que lo gestione y, por supuesto, que los órganos de gobierno lo avalen.
4. No crear grandes expectativas a corto plazo. Es perjudicial en este tipo de alianzas prever grandes resultados inmediatamente. Aunque exista un objetivo ambicioso, se debe ir plasmando en modestas metas que vayan aumentado con el paso del tiempo y con el conocimiento de las posibilidades de colaboración. Eso permitirá además modificar rápidamente estrategias y líneas de actuación.
5. Valoración Constante de un forma lo más sencilla y rápida posible para ambas partes, pero es necesario realizar un seguimiento, una especie de "auditoria", de estas alianzas. Ver si se están cumpliendo objetivos, estudiar mejoras de los acuerdos y nuevas acciones a desarrollar. Para lograr esto es fundamental tener los objetivos claros y definidos previamente por ambas partes, y compartidos.
6. Alianza en varios aspectos. La colaboración no tiene porqué tener un solo aspecto, puede haber un acuerdo marco que se materialice en varios programas o actuaciones. Cuando las colaboraciones son en más de una aspecto está más garantizado el largo plazo de la relación. El Voluntariado corporativo, por ejemplo, ayuda mucho ya que permite expandir una red de afinidades dentro de la empresa y la ONG.
7. Comunicación Constante. Ambas partes deben designar personas de referencia que sean portavoces de su institución y que se mantengan constantemente en contacto para que haya una comunicación fluida y completa.
8. Titular del Programa. Este es un tema muy importante. La alianza entre Empresa y ONG hemos dicho que puede materializarse en la colaboración en varios programas o líneas de acción. Cada uno de estos programas puede y debe ser gestionado por una de las partes. Ejemplo: Fundación Telefónica impulsa el Programa Pro-Niño, un programa de acción social del grupo gestionado en sus 13 oficinas de América Latina. Para llevar a cabo este programa, Telefónica tiene una serie de ONGs con las que trabaja para cumplir el objetivo del Programa, pero es un Programa de Telefónica y las ONGs que participan en él deben cumplir una serie de requisitos que marca la empresa. Al mismo tiempo una de estas ONGs puede desarrollar otro proyecto en el que Telefónica también colabora, pero es el proyecto de dicha ONG y la empresa debe participar en lo que la organización tiene establecido. Puede que en ambos casos la relación entre empresa y ONG haga que se modifiquen aspectos del programa, pero siendo conscientes de quién es el titular del mismo.
9. LOS BENEFICIARIOS, EL OBJETO SOCIAL, LO PRIMERO. Aunque lo hemos dejado para lo último, realmente es lo primero que tenemos que tener en cuenta. Estas alianzas se establecen porque la empresa y la ONG buscan: mejorar la calidad de vida de una población del sur, integrar laboralmente a discapacitados, preservar un ecosistema o dar un hogar a niños desamparados y ello tiene que estar en la mente de ambas partes y que nunca se pierda de vista el fin social y los beneficiarios de esta colaboración.
Estas son unas recomendaciones que pueden preservar las alianzas entre ONG y Empresa y que pueden sostenerse en el tiempo. Sólo los acuerdos sostenibles y la labor a largo plazo pueden ser eficaces realmente.