El futuro va más rápido de lo que crees
(Ed. Deusto)
El título de este nuevo libro conjunto de Peter Diamandis y Steven Kotler ya expresa la urgencia del momento actual por la evolución de la ciencia y la tecnología, produciendo avances que en muchos casos ya han entrado en una fase de adopción masiva.
Este libro es en palabras de los autores la tercera entraba tras los previos de “Abundance” y “BOLD”, y desarrolla los parámetros de impacto, las nuevas tecnologías que se están alineando para combinar exponencialidad y convergencia, la forma en la que ya están cambiando – y lo harán más aceleradamente en el futuro – una serie de sectores claves de la actividad económica y social. El libro termina aportando una serie de soluciones y añadiendo aún más complejidad al escenario a través de lo que llaman las cinco grandes migraciones.
Exponencialidad y convergencia son dos factores clave en la aceleración y en la complejidad de los cambios que se avecinan. La conocida Ley de Moore según la cual cada aproximadamente dieciocho meses se duplicaba el número de transistores en un microprocesador ha seguido aportando capacidad de cálculo sin que se resienta la experiencia de los usuarios.
Además, los autores identifican al menos nueve tecnologías que transformarán aún más la posibilidades de procesamiento (informática cuántica), el comportamiento y las decisiones (inteligencia artificial), llegarán hasta el último rincón del mundo y nuestras vidas (redes de 5G, satélites, sensores), complementarán tareas mecánicas que hoy realizamos los humanos (robótica), nos sumergirán en nuevas experiencias y conocimientos desde dispositivos sin necesidad de desplazarnos (realidad virtual y aumentada), permitirán construir nuestra propia fábrica de proximidad (impresión 3D), permitirán una trazabilidad y transacciones sin los intermediarios actuales (tecnologías basadas en blockchain), ahondarán en nuevos materiales y exploraremos el cauce sanguíneo con medicamentos teledirigidos al problema (ciencia de materiales y nanotecnología), o permitirán alterar la composición química de la naturaleza viva (a través de la biotecnología).
Quizá lo más transformacional es que todas estas tecnologías no actúan por separado, sino que se refuerzan conjuntamente, lo cual les dota de un poder de aceleración y de transformación que precisamente las hace exponencialmente exponenciales. Como siempre, el ritmo de cambio real vendrá determinado por la adopción por parte de los distintos usuarios, pero hay pocas dudas de su adopción final dados los incrementos de productividad, y los intereses económicos en juego. Como explican los autores, cuando una tecnología incrementa 10 veces el valor de algo – que algo se haga más rápido, más barato o mejor – pocas cosas pueden hacer que se detenga.
Sin duda uno de los mayores problemas de adaptación lo tenemos los seres humanos, donde nuestro cerebro reptiliano aún sobreestima los cambios a corto e infraestima los cambios a largo: somos incapaces de visualizar el impacto de la exponencialidad, ya que estamos acostumbrados a los cambios lineales. Pensemos en una tasa de interés del 10% en una inversión en acciones en la bolsa en una compañía conocida y señera. Estaremos muy contentos y posiblemente hay muchas así. Son muchos menos los que pensaron que Amazon, Apple o Google pasarían de valer docenas de millones a miles de billones de dólares en un plazo de menos de 20 años porque no comprendíamos la exponencialidad y aceleración productiva de sus modelos de negocio basados en las tecnologías digitales.
Precisamente hoy estas compañías se han convertido en los gatekeepers al mundo digital - accedemos a él a través de sus productos y servicios - y no faltan las críticas fundadas de que estas compañías están ahogando a empresas tecnológicas más pequeñas que amenazan sus modelos de negocio, que a su vez controlan en base a sus ecosistemas de productos y servicios.
Pero con independencia de cuáles sean las compañías de referencia o dominantes en cada uno de los sectores o ecosistemas a futuro, hay seis factores que indefectiblemente jalonan el camino hasta la exponencialidad de las distintas tecnologías y que sigue vigente: todo lo que se pueda digitalizar y hacerse más eficiente se digitalizará, seguiremos curvas de adopción donde habrá máximas expectativas y valles de decepción antes de convertirse en masivas – como ocurrió en su momento con el invierno de la inteligencia artificial en la segunda parte del siglo XX – y disrumpir modelo de negocio actuales, seguiremos asistiendo la desmonetización o pérdida de valor monetario – que no del valor de los datos – de muchos productos y servicios, la tecnología se desmaterializará o dicho de otra forma, se hará invisible en nuestra experiencia, y finalmente la democratización o llegada al público masivo se realizará a través bajos precios y disponibilidad generalizada.
Este libro es una llamada a la acción no sólo para los directivos de las empresas de cualquier sector, aunque trata de forma más específica los casos en el comercio, la publicidad, el entretenimiento, la educación, la atención médica, los seguros, las finanzas o el inmobiliario, la longevidad y la alimentación.
Lejos de ser un libro hiperbólico o exagerado sobre el futuro más o menos inmediato, a lectura más reflexiva y pausada lo convierte en un útil repositorio de casos concretos y avances en nuevos modelos de negocio que sin duda la Humanidad habrá de acoger ante fenómenos como la superpoblación, el cambio climático y las migraciones humanas que la demanda de talento de una parte, y la falta de oportunidades vitales por otra, se ciernen sobre nosotros.