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Los incentivos en economía: la importancia de acertar (Ponencia de Javier Morillas Gómez en las I Jornadas de Liderazgo de la Escuela de Guerra del Ejército de Tierra)

El incentivo es fundamental en la economía ya que es el motor del desarrollo económico. El análisis de los comportamientos que se deducen de los incentivos que se establecen es lo que ha hecho progresar la Ciencia Económica. Los resultados que se producen en la economía por esos incentivos, nos sirven de enseñanza para entender el papel de los incentivos en el seno de las empresas y el efecto que producen en las personas. Podríamos hablar de dos fases, en un primera fase se establecen los incentivos y en una segunda fase se analizan los efectos, para lo cual se requieren instituciones estables a largo plazo.

Según nos dice Robert Lucas en su teoría de las "expectativas racionales", se buscan sistemas estables que funcionen a largo plazo.

Desde la ONU se ha llamado la atención sobre la importancia del buen gobierno como eje fundamental del desarrollo económico y la erradicación de la pobreza. Si no funcionan las instituciones son los más pobres los que sufren.

El buen gobierno requiere que las instituciones rindan cuentas, se respeten las libertades y se mantengan los derechos humanos, como se expresó en las bases de la Good Governance (buena gobernancia) en la cumbre de Johannesburgo en 2002.

Jean-Baptiste Colbert, ministro francés del siglo XVII ya decía que las compañías del futuro son los ejércitos del rey y representarán a las naciones.

James Wolfensohn, Presidente del Banco Mundial, en nuestros días, dice que los gobiernos de las empresas son hoy tan importantes como los de los países.

Pero valoremos cual es el papel clave de los incentivos en el entramado de la economía.

Los incentivos sirven para entender cómo funcionan la economía y los agentes económicos (empresas, administración pública, familias,…) cada uno de los cuales aportan a la producción interna bruta del país.

En nuestro caso actúan principalmente a través de las subvenciones, los impuestos, las Instituciones y la propia producción legislativa, pues cada Ley engendra también unos incentivos.

En economía se analizan los resultados, y no se repara en si los incentivos son del tipo extrínseco o intrínseco. Se observa estadísticamente cómo responden los ciudadanos, ante determinadas realidades, en forma de Impuestos, Subvenciones, e Instituciones.

El incentivo es el que mueve el mercado, puesto que la demanda de un producto aviva la producción y el mercado. Además también rigen la vida política, ya que el ciudadano vota a quién le ofrece medidas que le convencen y que le reporten mayor beneficio. Posteriormente los gobiernos toman decisiones, como por ejemplo un impuesto, que cambian el comportamiento de las personas.

Los incentivos de las personas se distorsionan cuando tienen o creen tener recursos abundantes. Por eso siempre en economía partimos del Principio de que los recursos productivos son limitados (no hay un almuerzo gratis...). Y si son abundantes es igual, actuamos como si fueran limitados....

Normalmente el saberse (o creerse) en posesión de un número abundante de bienes, autogenera incentivos negativos (en el individuo y en la sociedad).... En 1959 en Groningen, Holanda, se descubrió una importante bolsa de gas, que creó una sensación de abundancia que desestimuló la actividad productiva dando lugar a un aumento de los precios.

Además en los países, aquello que se ofrece como gratuito (enseñanza, sanidad,…), siempre hay alguien que lo está pagando, generalmente la administración.

Cuando compramos algo, no tomamos la decisión del todo o nada, estamos siempre decidiendo entre comprar esto o lo otro o comprar más de esto y menos de lo otro. Lo que hacemos con esto es comparar los costes marginales, es decir el valor de las otras cosas que no compramos, lo que sacrificamos. Los incentivos beneficio (ventajas de la elección) vienen marcados por los costes marginales (la renuncia), y los primeros deben de tener un valor igual o mayor que los segundos.

De alguna manera las personas también generan ingresos al ayudar a otros, como pueden ser el reconocimiento, su propia satisfacción... siempre existe una compensación.

La ganancia mutua es el incentivo que mueve el comercio. Unos ofertan productos que otros demandan. Ambas partes ganan algo y esa ganancia incrementa la riqueza.

También hay que tener en cuenta que se producen costes de transacción, como gastos de tiempo o energía, que desincentivan. O dicho de otra manera que son incentivos negativos.

También costes de transacción que se deben a medidas políticas, como licencias, permisos, cuotas de importación,… Estos costos se pueden minimizar por medio de intermediarios. Por ejemplo si hay inocular una conciencia de defensa en la población ¿debe hacerlo el Ejército? O por el contrario puede hacerse mediante el cine, o poniendo nombres a calles o poniendo estatuas.

Las decisiones con las que se introducen incentivos pueden tener efectos a corto, y largo plazo, y además efectos secundarios. El problema es que la política tiende a enfatizar en el efecto a corto plazo, olvidándose de lo importante de las consecuencias a largo plazo. Por ejemplo el control de los precios de alquileres de casas, es una medida popular pero a la larga redundará en un freno al mercado, una disminución de la oferta, un mantenimiento deficiente...

Por otro lado hay una serie de elementos que influyen de manera directa sobre el desarrollo económico y que son conocidos como determinantes del crecimiento económico. La razón de que unos países crezcan y otros no está en según como actúen estos elementos.

Para Edward Prescott, premio Nobel de economía en 2004, el crecimiento económico dependía de la combinación de alguno los factores clásicos y tradicionales de la producción como el trabajo y el capital, con la eficacia. Pero hay un tercer factor, más difícil de evaluar, que relaciona las instituciones con la productividad. El resultado es lo que se ha venido en llamar "fortalecimiento institucional".

Buenas y estables instituciones favorecen el desarrollo económico, ya que favorecen buenas políticas y generan buenos resultados.

Entre las instituciones básicas debemos considerar en primer lugar la institución agraria que es el punto inicial del desarrollo económico de cualquier país, si exceptuamos a algunos productores de petróleo. Esta actividad que es un elemento regulador en los mercados en muchos países carece de los incentivos necesarios para su desarrollo y crecimiento, lo que está directamente relacionado con el crecimiento del país, puesto que estos productos son la base de la alimentación, principalmente en países en vías de desarrollo.

La mujer no tiene en todos los países el reconocimiento institucional en cuanto a su importante aportación potencial y real al desarrollo. Así nos encontramos con que en aquellos países donde la mujer goza de un mayor respeto e integración en la sociedad, la prosperidad y el crecimiento económico son superiores.

Los bancos centrales de un país es el primer garante de su moneda, y por tanto de su estabilidad de precios; también de la supervisión del comportamiento del resto de los bancos, privados o no. Si todo ello no se produce, no va a haber tampoco generación de ahorro, estabilidad en la inversión, creación de empleo, ni por tanto crecimiento económico. Además la inflación también elimina el crecimiento.

Fortalecer los sistemas legales, supone no sólo tener un buen Código Civil, Penal, de Comercio, u otros; esto no sería suficiente si no es susceptible de ser implementado por unos Tribunales de Justicia, compuestos por jueces bien cualificados y auténticamente independientes, con separación de poderes. Los tribunales de Justicia, como instituciones garantes del recto cumplimiento de la Ley, tienen desde el punto de vista del desarrollo la función de posibilitar la creación de un clima de inversión.

Los derechos de propiedad seguros crean un vínculo entre el esfuerzo y la recompensa, garantizando a todas las personas que serán capaces de disponer del fruto de su trabajo o de sus inversiones. Si no existe un Registro de la Propiedad, o la propiedad no está plenamente garantizada, los procesos de trabajo, producción y ahorro no se van a ver estimulados.

La estructura de gobierno de un país, como es lógico, también es un elemento fundamental en el desarrollo económico. La democracia, podríamos decir que no es necesaria, pero si es verdad que es el sistema que más favorece el ahorro y la dinamización del mercado.

Los centros universitarios en su área de influencia, en cuanto a la difusión del conocimiento, y la creación y selección del talento y la innovación son también un elemento fundamental. Un país llegará hasta donde le lleven sus universitarios. En este sentido cuantos más y mejores centros de excelencia existan y pugnen por serlo, como lugares para formar y agrupar la futura clase dirigente de un país, mejor será el resultado.

Las fuerzas de seguridad son otro de los elementos importantes, ya que un entorno de seguridad favorece los mercados mientras que uno que no lo sea los hace inestables.

La institución familiar es fundamental como sujeto activo de la economía, así los procesos de ahorro, previsión, creación o acumulación de capital, abstinencia en el gasto, reinversión,... se ven fortalecidos en aquellos países donde la familia constituye la célula básica de la organización social.

La religión, como institución informal, influye de manera determinante porque influye en el comportamiento de los ciudadanos.

Y por último, es también evidente el papel de la lucha contra la corrupción como parte del fortalecimiento institucional.

Todos estos elementos, así como los factores que mencionaba al principio, contribuyen a activar los incentivos como motor de la economía y determina el comportamiento de las personas, que son las que, a la postre, mueven la economía.

Javier Morillas Gómez
Catedrático Universidad S. Pablo CEU

 

 

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