Naturaleza y Potencial Humano: Los 7 dones del Águila (Resumen del Taller)

¿El reto de dirigir en la crisis... o la crisis en la dirección del reto? He aquí la solución.

Como común denominador de cuentos, relatos y afamadas películas, el águila aparece al rescate cuando está en juego la Vida, en particular la humana. Su vuelo y su visión parecen estar por encima del bien y del mal, por encima de la muerte. ¿Habrá algo de cierto en todo esto? ¿Guarda el Águila secretos, información privilegiada capaz de ayudarnos en este trance? ¿Pudo el águila haber sido creada con este propósito?

Para los pueblos originarios de los cinco continentes el Águila simboliza y es muchas potencialidades. Desde Garuda, el águila de fuego, el dios del hinduismo que es mitad hombre mitad águila, capaz de autopurificarse y resurgir de sus propias cenizas hasta el águila grande que presta sus alas a la mujer en el Apocalipsis. Pero, por encima de todo, para los pueblos del águila, esta criatura no es sino "el transmisor", "la conexión", el que eleva las oraciones del hombre y su espíritu de vuelta a Dios. El águila es el siete, el cual simboliza el equilibrio, lo inmutable, lo eterno, el que precede o lleva al ocho (el infinito, el Cristo, la Cruz). Aterrizando desde el plano metafísico al mortal, la gracia de poder convivir con las águilas de carne y hueso nos ha regalado multitud de experiencias vitales que apoyan esta evidencia. El Águila es maestra en siete dones que desea compartir con el hombre, por la simple razón de que la naturaleza de ambos superpredadores es en esencia la misma.

En este momento crucial, de cambio, de salto cuántico en el que la humanidad entera está sintiendo el reto, quizá las alas del águila puedan ayudarnos a recordar, re-conocer que en verdad podemos ser libres, conseguir lo que añoramos: volar.

Los siete dones del águila se despliegan, como no podría ser de otro modo, de manera sincrónica a tantos otros movimientos cíclicos como nuestro desarrollo vital, el fluir de la energía en el cuerpo, o el mismo devenir. Lo que tratamos de comunicar es que transitar los siete dones no es más que un viaje de ida y vuelta del SER para REENCONTRARSE, RECONOCERSE. En suma LA VIDA MISMA, EL AMOR VERDADERO.

Para que el vuelo sea eminentemente práctico trataremos de mostrar cómo el desarrollo de estos siete potenciales puede contribuir a entender y mejorar la aproximación y la respuesta del directivo a los problemas que ha de enfrentar cada día.

Un viaje de ida y vuelta en busca de siete dones

1- El Amor Verdadero.

¿Es tu sueño mi sueño, tu voluntad mi voluntad?

• ¿Entiendo la complementariedad de la diferencia entre Dirección-Gerencia-Trabajador?
• ¿Me comunico con claridad en el idioma común? Amor/voluntad.
• Amo, me alineo y accedo a la totipotencia.

Cuando el Directivo abre su corazón, despliega su antena, conecta con la FUERZA VITAL que generó la empresa; SINTONIZA con los CORAZONES que la habitan"

2- La Maternidad de la Hija.

• ¿Dono lo que soy, mi ser, mi Tiempo?
• ¿Acepto lo que me dan?
• ¿Reconozco e integro los logros de cada parte?

"Cualquier Empresa en la vida nace del equilibrio inestable entre LA VOCACIÓN DEL SERVIR Y LA HUMILDAD DEL RECIBIR. Sembrar y recoger".

3- El Poder del Sin Miedo.

• ¿Tengo miedo a delegar?
• ¿Confío, entiendo, me río y dejo de estar serio y atemorizado?

"Cuando Ejerzo mi Poder ,el miedo desaparece temporalmente". "Inmerso en el Amor Total el miedo simplemente, no existe"

4- La Paciencia del que espera.

• ¿Buscamos la solución rápida en lugar de la duradera?
• ¿Dedicamos tiempo al "Corazón de la Empresa"?

La paciencia es "la Ciencia de la Paz".

5- La Visión y la Voz del que vuela.

• ¿Me niego a aprender?
• ¿Confío y comparto lo aprendido?

La gran prueba del conocimiento, la verdad del ego. Encuentro el equilibrio entre hablar y escuchar, mi autoestima y la apertura  a la crítica.

6- El Ensueño, la Intención del que co-crea lo que sueña.

• ¿Quién marca la Dirección?: ¿La meta, o la "Visión" de la meta?
• ¿Quién tiene el Poder?: ¿El que intenciona o el Intento?

En el ir del hijo y el volver del Padre, ambos caminos se encuentran.

7- La Felicidad de "El que vive porque no muere"

• ¿Me apego a mis estructuras?
• ¿Me resisto al cambio?

"El fin último de cada planta es convertirse en semilla de otra nueva". "En realidad, siempre estamos frente a lo que SOMOS: AMOR. Cuando la muerte disipa la niebla de lo efímero, surge una oportunidad más de Vernos".

Este Taller persigue, en primera instancia, ayudar a "reconocer", hacer conscientes estos siete tesoros de la naturaleza humana, para seguidamente aprender a bien usarlos en el proceso de resolución de problemas y afrontar los retos del cambio. Mostramos cómo la vida en nuestro planeta nos regala cada día multitud de ejemplos en los que tan sólo aquellos organismos capaces de hacer aflorar sus potencialidades consiguen sobrevivir. Resulta evidente que las "crisis" se convierten a menudo en los escenarios "necesarios" para esta demostración. ¿Recuerdan aquella sentencia?: "Sólo cuando el alumno está realmente preparado aparece el maestro".

Pero, ¿están el directivo y la persona preparados? Cuando un reto se convierte en un problema produce infelicidad. Un problema, en cualquier ámbito, no es más que la materialización de un miedo. Entretenemos la vida diseñando y materializando herramientas para su resolución, pero el miedo permanece y con él la inevitable aparición de nuevos "problemas". Sin embargo, tenemos el sagrado derecho a ser felices.

La felicidad verdadera aparece cuando hacemos consciente que la gestión del cambio no es la gestión del miedo, sino la desaparición del mismo. El tránsito por el conocimiento y la práctica en el manejo de los siete dones desemboca inexorablemente en la última batalla con "El miedo". ¿Quién dijo miedo?

Quizá esta poesía pueda resumir como lo hace el octavo, los siete dones del Águila:

Amando lo que soy, soy lo que amo.
Haciendo lo que soy, soy lo que hago.
Sin miedo a lo que soy, soy el sin miedo.
Sin tiempo cuando soy, soy sin el  tiempo.
Hablando lo que soy, soy en el Verbo
Soñando lo que soy, soy el Intento
Volando a donde voy, soy en el Viento
El águila que soy lo llevo dentro

Juan Manuel Blanco Portillo
Dr. en Veterinaria
Fundación Aquila

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