Nuestra hora en el escenario (Resumen de la Conferencia de Richard Vaughan)

Una editora acudió hace unos años a su despacho y le pidió que escribiera un libro sobre aprender inglés; y ahora otra vino para que escribiese sobre su trayectoria vital. A ambas dijo que sí. A todo lo que se le ofrece suele decir que sí, ha borrado el "no" de su discurso, y critica que en España el "no" va por delante, que un fatalismo y pesimismo que le sorprendió lo envuelve casi todo.

Se declara como no pesimista y realista, palabra a la que por cierto se suscriben los pesimistas cuando afirman que no lo son, sino que son realistas. ¿Es que ser realista es un coto cerrado de los pesimistas? Pues no. El optimismo tiene tanto derecho a ocupar el realismo como el pesimismo. La lluvia es realismo. Para todo lo que hace en su vida es reactivo, aunque le califican como proactivo; sin embargo Richard cree que cuando la circunstancia se presenta él impone su yo, siempre la puerta abierta, siempre sabe que puede fracasar, es verdad, pero siempre dice que sí…. "Y si pones ganas, la gente dice que sí…". Nos comenta sobre la importancia de sonreír las personas, como una de las mejores formas de llegar a ellas.

El primer planteamiento ante la vida debe ser el del aprendizaje como posicionamiento vital. El título de su libro proviene de una cita extraída de Macbeth de Shapespeare, que por cierto era muy optimista y no compartía el pesimismo de Macbeth (a propósito, nos dice que se pronuncia con acento en la é). Probablemente sea la escena más triste de la obra, donde el protagonista dice que la vida es una sombra que camina, un cómico que actúa una hora en el escenario, una expresión existencial muestra del pesimismo antropológico de su protagonista que sostiene que somos como una gota agua en un océano, que pasaremos al olvido, que para qué hacer el esfuerzo, que hay motivos para el pesimismo total. Menciona también el ensayo "El mito de Sísifo" de Albert Camus, un esfuerzo inútil y absurdo lo de subir una piedra a lo alto de un monte y dejarla caer, y así siempre, simbolizando lo absurdo de la vida.

Pues bien, Richard dice que lleva 85.000 horas de enseñanza del inglés y que todavía en España no habla inglés; y dice que está enseñando por él, no por los otros ni por los que aprenden y le pagan. Todo lo que hace lo hace porque es bueno para él. Ocupa su hora en el escenario de la mejor forma posible. Se lo pasa bien. Al igual que Sísifo, el no se suicida -como sostiene Camus que es lo mejor que podríamos hacer, aunque él no lo hiciera- y vuelve  a empujar la piedra una y otra vez. Sea con Camus -una persona rebosante de energía- o con Shakespeare, o incluso con Rubén Darío, muchos de estos autores lo único que tratan es hacernos bajar al fondo para luego empezar a construir, y es que lo existencial también puede ser bello. Richard está algo enfadado con nosotros, los españoles. Cree que somos probablemente el pueblo más preparado para los éxitos: la habilidad del mediterráneo, la nobleza del castellano, la visión de los atlánticos; con las actitudes adecuadas, el pueblo español sería imparable… Pero estamos llenos de demonios infundados.

Ha trabajado nuestro conferenciante en actitudes para abordar la vida, que ayuden a triunfar más en lo espiritual que en lo material, a través de un optimismo empedernido. Conoce a muchas personas que llegan a la cima a golpe de pelotazo: ninguno es feliz, todos son unos desgraciados... Richard ha dado clases a mas de 2.000 personas, y cree que cuando enseña inglés, las personas son vulnerables ante el profesor, se sienten medio tontos, como si fueran arcilla en manos del modelador, como un patinador novato, y se abren ante él; y Richard nos dice que es entonces cuando puede intuir su personalidad, sus aspiraciones, sus problemas familiares, sus egos, sus envidias. Los alumnos desvelan muchas cosas, y a fuerza de escuchar, confiesa que, habiendo enseñado inglés, el ha aprendido mucho de la vida. Por ejemplo, nos dice que toda su vida pasa por el autoanálisis, que repite en todo momento para no pecar de soberbia ni caer en la idiotez, a la vez que le da una autoconfianza extrema.  Y hay tantas actitudes negativas en contraposición como las positivas que se puedan identificar. No cree en la suerte como excusa o explicación del éxito, sino que defiende que la suerte se labra. La mala suerte, en cambio, sí que puede existir. No se fía mucho de la gente que habla mucho de la suerte o que argumentan que se han hecho a sí mismas... Confía más en dichos como "Ora et labora", ya que si no remas, puedes rezar toda la vida, pero el barco no se moverá.

Richard dedica una parte de la conferencia a comentar el refranero español: piensa mal y ¿acertarás?...Cree que la historia de España está plagada de atenuantes para que seamos tan pesimistas. Pero la realidad es que esta actitud no sirve para nada, ser pesimistas es de idiotas, cierra puertas. Y es que hay gente que ni oye la puerta, otros que la oyen pero no se levantan, y están los que continuamente la tienen abierta por si llega una oportunidad. ¿Más vale pájaro en mano que ciento volando? En ingles el refrán es con dos pájaros, y en ese caso, todavía puede estar de acuerdo. Pero ¿con cien? Sugiere apuntarse a lecciones de tiro, y al paso del tiempo seguro que en lugar de uno puedes tener tres....Con un pájaro en la mano vegetas por la vida. Ni te has molestado y ni te has esforzado. ¿Más vale lo malo conocido que bueno por conocer? Para Richard, el refrán debería ser "Más vale cualquier cosa que lo malo por conocer". ¿Cuando el río suena agua lleva?... Cree que debemos imponer nuestra circunstancia a todo, como posicionamiento existencial innegociable.

Cree que hay que encontrar una manera de que suban, de que nos dirijan personas con capacidad de liderazgo. No podemos desestimar el valor de las personas que quieren tener la oportunidad. Confiesa que aprendió con ocho años el término "show respect for Authority"… El adjetivo malpensado no existe en inglés, ni en su diccionario, estamos en el siglo XXI. Hay que liderar de forma legítima, y para ello nos toca a los ciudadanos aupar a esta gente. Naturalmente quien tiene boca se equivoca...Si sólo hubiera Coach y consultores, si no fuera por los ingenieros, viviríamos todos en cuevas. Pues claro que hay que dar oportunidad a que las personas se equivoquen… ¿Piensa mal y acertarás? Otro refrán que genera recelos, frenos, envidias, que evitar pensar en positivo. Hay un cambio que nos quiere proponer, y es que nos seamos tan conservadores y tan rígidos. Incluso si estamos bien, hay oportunidades a mantas. Confiesa que trabajando como camarero aprendió gestión de procesos, logística, modales, cómo tratar a la gente. Le pagaban muy poco, pero aprendió mucho.  Luego acabó de profesor de inglés, con mucha "suerte" claro, que como ya dijeron otros en la historia "cuanto más trabajo más suerte tengo"...

Los talismanes, la astrología, el karma, está todo muy bien, pero no nos van a ayudar excesivamente... Se egoísta primero y altruista después...Un egoísmo ético, naturalmente, pero si no te ocupas de tu propia felicidad nunca vas a contribuir al bien común... Como en los aviones, cuando se produce una despresurización... Te dicen que primero te pongas tu propia mascarilla, y luego atiendas al niño o a la persona que tengas al lado. La autoestima es esencial, el estar "enamorado" de uno mismo… Y esto se consigue después de un férreo autoanálisis de nuestras habilidades... Si no eres feliz no vas a ayudar a nadie...

Sé insensible primero, sensible después. La sensibilidad crea debilidad, la naturaleza es áspera... Prueba a caerte al suelo y lo comprobarás... Nosotros creemos que nuestros padres nos protegieron de la vida, que es insensible, pero en realidad hay que ser algo insensibles si queremos que nuestros hijos se fortalezcan...El exceso es nefasto, hay multitud de ejemplos. Ejemplos como el no atender al niño cuando llora porque se despierta en mitad de la noche y quiere mimos, equipos de cualquier deporte en el que nos fijemos, que con un cambio de entrenador, parecen otros. La insensibilidad genera campeones.

Todos tenemos el mismo talento, real o potencial. La importancia es gestionarlo. Richard afirma que no ha cometido un error en su vida, sino pequeñas micro-correcciones de volante... Cree que deberíamos buscar otro nombre para la palabra "error"... O al menos darle más importancia de la que se ha granjeado hasta la fecha: "gracias a aciertos y errores estoy aquí, si me hubiera castigado o flagelado por cada fallo"... Los errores son adoquines que hay en todo camino, sin errores no hay logros ni progresos, habrá frenazos y "volantazos", es verdad, pero aquí seguimos ¿no es verdad? Y todos hemos cometido errores... Se aprovecharan de nosotros, da igual... Los hay que dicen que si tuvieran una segunda oportunidad... Pues Richard cree que fracasarían veinte veces, porque no tienen seguramente las actitudes necesarias... No hay que tener miedo, ni aversión al riesgo, "nada rascado nada ganado", luces, trabajo, atención, estudio...

El trabajo para Richard es el ámbito de la vida que más relevancia tiene. Para él hay cinco ámbitos posibles: familia, ocio, amor, trabajo y religión. Y cree que sólo podemos extender el tiempo de trabajo... Si nos falta amor auténtico, o familia, o no tenemos ocio, podemos encontrar refugio en otros ámbitos, pero si nos falta el trabajo esta carencia nos va a envenenar todo lo demás... Es prioritario que el trabajo sea estimulante...Si no encontramos estimulo en el trabajo hay que cambiarlo.... Tenemos cuarenta años de vida laboral como promedio: más que suficiente para no ser cortoplacistas...La vida te da oportunidades, pero siempre "con el mazo dando", como en el refrán.

Afirma nuestro conferenciante que España ha tenido tres grandes oportunidades históricas: éramos un país rico en minerales, pero los romanos nos esquilmaron; tuvimos una segunda oportunidad con el descubrimiento de América, coincidiendo con la conquista de Granada que culminó la unión española, pero todos los Galeones llenos de minerales, oro y plata, se dilapidaron durante siglo y medio de guerras europeas. Ahora estamos ante la tercera oportunidad: una democracia estable, a pesar de repetidos intentos de república, anarquismo, dictadura, ahora tenemos una clase media fuerte... Hay muy buenos técnicos, y podemos quitarnos los demonios... Nos pide que no fastidiemos esta oportunidad, que es muy fácil ser pesimista, pero incluso esta crisis se va a despejar... En deportes tenemos muchos ejemplos, en medicina, hasta en corte y confección… Ahora es el momento de triunfar, y el siglo XXI va a ser rutilante... Sólo en tecnología es impresionante lo que se está consiguiendo.... No hay motivo para el pesimismo, la  crisis va a ser corta en relación con los 80 años de nuestra vida media... Es la tercera oportunidad, hemos tenido mala suerte (que sí que existe), pero ahora tenemos que arrimar el hombro, demostrar que los españoles somos los mejor posicionados para arrasar en la vida... Lo que la prensa nos dice está muy lejos de la realidad... Hay que pasar de la picaresca a la imaginación: toda la riqueza que hay en el mundo se nutre de la innovación y del emprendimiento, de tener fe en la iniciativa privada, que es la que soporta todo lo demás.

Hay tres formas de motivación: porque te paguen, por el atractivo del trabajo, pero la más relevante es cómo conseguir que la gente haga algo por ti porque quiera hacerlo... El líder conecta con las personas... Hay que crear campeones, y el que no quiera ser campeón, que se aparte. Para ello hay que mantener la energía y la ilusión, la edad no es un problema, y no se debe tirar nunca la toalla ni bajar los brazos: las personas con experiencia e ilusión son imbatibles. Normalmente no afrontamos el problema de fondo. Si acaso, hacemos incursiones esporádicas alrededor del objetivo. Las aptitudes son derivadas de las actitudes: los genios no existen, son personas que se han esforzado, la genialidad viene no sobreviene, a partir del trabajo milimétrico y de muchas horas.

Los tres pasos de aprendizaje de otro idioma son:

1. Esqueleto. Le aportas la estructura básica para que sepa componer frases.
2. Inmersión. Una vez tiene el esqueleto, al agua. No nadará perfectamente a croll, pero sabrá nadar como un perrito y mantenerse a flote.
3. Armadura. Una vez sabe nadar, se le vuelve a dar sesiones de vocabulario, gramática, etc. 
   
   El objetivo es darse a entender y la clave es saber escuchar. Si entiendes, tienes mucho ganado.

En el debate, una persona pidió que nos hiciera una pregunta como si él fuera un Coach… Richard pensó unos instantes y respondió: ¿Por qué os conformáis con desarrollar sólo el diez por ciento de vuestro potencial?

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